El trópico y el subdesarrollo económico

El trópico y el subdesarrollo económico

POR JULIO AYBAR
La relación entre  subdesarrollo y ubicación tropical ha motivado una corriente de explicación del atraso económico a partir de la geografía, en la cual pasa a jugar un rol determinante la ecología y el escaso desarrollo tecnológico.

El gráfico anexo que relaciona el ingreso con los grados de latitud terrestre resalta el abismo en el ingreso per capita entre los pobladores del trópico y los de  zona templada, destacando  como dicho  ingreso crece a medida que los países se alejan del trópico. No es accidental que de las 30 economías de mayor ingreso per cápita sólo dos, Hong Kong y Singapur, están ubicadas totalmente en el trópico, según el  trabajo Tropical Underdevelopment ( Working Paper 8119, NBER, febrero del 2001) de Jeffrey Sachs, del Centro de Desarrollo Internacional, uno de los investigadores líderes en este campo y cuya investigación sirve de referencia a este artículo.

En la explicación de las razones por las cuales la distancia con respeto al ecuador constituye una variable explicativa de la situación económica de un país surgen algunas hipótesis interesantes. En primer lugar, la producción de tecnología en el trópico ha estado bien atrasada en comparación con la correspondiente a la zona templada en dos áreas críticas como son la agricultura y la salud, lo cual constituye una importante explicación de la brecha de ingreso entre las dos zonas.

Los estudios sobre producción de alimentos encuentran que la productividad de cosechas importantes tales como el maíz, el arroz y el trigo es superior en los países de clima templados que en el trópico, aún después de neutralizar el impacto que se deriva de un mayor nivel de desarrollo económico en los primeros.

La explicación ecológica señala que en varias zonas tropicales el suelo es bañado por lluvias torrenciales que remueven los nutrientes que se encuentran a nivel superficial, por lo que los suelos tienden  a mineralizarse como resultado de las altas temperaturas, lo que afecta su fertilidad.  En las zonas templadas, en cambio, la nieve del inverno ayuda a impedir la mineralización de los compuestos orgánicos lo que enriquece el suelo, mejorando su productividad.

Otro elemento natural a considerar es el constituido por los sistemas  tropicales de alta biodiversidad, en los cuales las plantas son afectados por  enfermedades ocasionadas por insectos y parásitos que se ven favorecidos por la alta temperatura, y que en la zona templada  son eliminados por el invierno. De igual manera el clima cálido implica una mayor evaporación del agua superficial y una mayor transpiración de las plantas afectando la disponibilidad de agua aun cuando la tasa de precipitación sea elevada.

En la esfera de la salud humana pasa algo similar, pues la mortalidad infantil, aún después de aislar el efecto por la diferencia en el nivel de vida entre el trópico y la zona templada, es  mucho mayor en el trópico mientras que la expectativa de vida es bastante inferior.

Los más bajos niveles de salud afectan directamente el resultado económico a través de una reducción  de la productividad del trabajador.  La ecología afecta la transmisión de importantes enfermedades infecciosas algunas de las cuales son inherentes a zonas climáticas particulares.  El mosquito que transmite la malaria, muchas bacterias que se transmiten por la ruta fecal-oral y aquellas que contaminan los alimentos e inducen diarreas normalmente se reproducen en climas cálidos, por lo que están presentes todo el año en los países tropicales mientras que en los países de clima templado se dejan sentir básicamente durante el verano.

Por otro lado, el estudio plantea que la diferencia en la agricultura y la salud pública son probablemente las fuentes fundamentales de diferenciación económica del trópico y la zona templada, aunque la dotación de energía también jugó un papel importante en la ampliación de la brecha de ingresos entre una zona y la otra. En el siglo 19 la dotación de carbón mineral fue clave en el crecimiento de las economías de clima templado, las que  todavía en el año 1998 generaban el 80% de la producción, mientras que los combustibles que lo sustituyeron, el petróleo y el gas natural, tienen en el trópico una representación  de sólo el 17.5% de la producción total en el 1995.

En consecuencia, mientras en el año 1820 el ingreso per cápita de las zonas no templadas constituía el 70% del correspondiente a ésta, en 1992 la relación había descendido al 25%, y dado que el clima no ha cambiado Sachs  avanza tres hipótesis que tratan de explicar el deterioro de la situación tropical : el mayor desarrollo tecnológico en los países de clima templado, la transición demográfica y la superioridad económica – militar, expresada a través del dominio colonial.

El nivel relativo de la tecnología depende tanto de la innovación como de su difusión.  En los siglos 19 y 20 la innovación fue mayor en los países de clima templado debido a que mayores mercados propician mayores inversiones  en investigación y desarrollo.

 Por otro lado, la tasa de difusión de la tecnología está limitada por la ecología, la que favorece la difusión entre países de una misma zona  climática mientras que la dificulta al pasar de una zona a otra diferente. Así,  en el campo de la agricultura y la salud la tecnología pudo diseminarse mejor en la dirección este-oeste que en la norte-sur, pues esta última implica un cambio ecológico que no está presente en la primera, por lo que se desarrolló una tendencia hacia la convergencia tecnológica entre países situados en el clima templado y de divergencia entre los países ubicados en zonas climáticas diferentes.

El segundo elemento a considerar, la transición demográfica, se caracteriza por el movimiento desde altas a bajas tasas de fertilidad y mortalidad lo cual genera una favorable  relación de intercambio entre la cantidad y  la calidad.  Al reducirse la tasa de crecimiento de la población aumenta la proporción de la fuerza laboral y se eleva la inversión en educación por niño; al mismo tiempo se reduce la presión sobre los recursos fijos como son la cantidad de tierra arable y los depósitos minerales y, se reduce también    el ahorro requerido para preservar la dotación de capital per cápita. La rápida transición demográfica del Este de Asia en el último medio siglo constituye parte de la explicación del éxito de la zona.

El tercer factor amplificador del subdesarrollo del trópico es la conversión de la debilidad económica en debilidad política. Se ha demostrado que la dominación  colonial frustró el crecimiento a largo plazo a través de varios mecanismos, entre ellos la relativa negligencia en el fomento de la educación primaria y los servicios de salud,  y el énfasis productivo en favor de la cosecha agrícola y la industria de extracción.

El trabajo que se comenta evalúa si en el pasado reciente se ha modificado la situación de subdesarrollo marcada por la geografía.  Al comparar el ingreso entre la zona templada y las que no lo son en el período 1960/1992 se establece que en ambas zonas el ingreso per cápita creció a la misma tasa promedio de 2.3% anual, gracias al rápido crecimiento de la zona no templada de Asia que creció un 2.9% anual, pues América Latina y Africa continuaron creciendo a un ritmo discreto.  Al evaluar estos resultados, el autor considera que el déficit de crecimiento del trópico no ha desaparecido, y que lo ocurrido en Asia es el resultado de varias fuerzas de convergencia económica tales como el flujo de capital y su derivada difusión tecnológica desde países ricos a pobres básicamente en procesos de manufacturas que son independientes de las condiciones ecológicas.   

Por otro lado, en las últimas décadas algunos países tropicales, como es el caso de Hong Kong, Singapur, Taiwán,  Malasia, Islas Mauricio y Tailandia, han tenido éxito en lograr un crecimiento lo suficientemente rápido como para reducir la brecha que los separaba de los países de alto nivel de ingreso.  Estos países se diversificaron desde la producción de bienes agrícolas tropicales a las industrias orientadas a la exportación,  lo que les permitió establecer nuevos sectores productivos  tales como el textil, maquinarias electrónicas, semiconductores y componentes eléctricos, donde la producción tropical no fue afectada  por el clima o factores ecológicos ni por elementos limitantes de la diseminación tecnológica.

El trabajo que se comenta ofrece una buena fotografía del subdesarrollo tropical, aunque no pondera en profundidad una amplia serie de situaciones modernas que debilitan la hipótesis del determinismo geográfico.  La pérdida de la importancia relativa  del sector agrícola resta peso a la incidencia de los elementos ecológicos sobre el crecimiento. La preponderancia que han ido ganando los sectores servicio y manufactura facilitan la difusión tecnológica entre economías ubicadas en diferentes zonas climáticas, ya que esta diseminación tecnológica no está limitada por la ecología.

La importancia del desarrollo institucional y del capital humano sobre el crecimiento económico no es  ponderada debidamente en el trabajo que se comenta.

Por otro lado, en adición a los países tropicales del Este de Asia hay otras economías grandes y tropicales, como es el caso de la India,  que vienen exhibiendo un crecimiento impresionante en las últimas décadas, con sustanciales avances tecnológicos, mientras que países situados en el clima templado como es el caso de Bangla Desh, Pakistán, Afganistán, Uruguay y Argentina no han obtenido el éxito económico que se atribuye a su zona climática.

Aunque ciertamente la geografía limita, hoy día no se puede pensar que el desarrollo económico está vedado a los países tropicales, como lo demuestra la experiencia de algunas economías tropicales del este asiático.

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