El turismo de bayonetas

El turismo de bayonetas

JOSÉ B. GAUTIER
¡Que raro! La prensa nacional escrita y digital no recoge imágenes fotográficas de ciudadanos dominicanos, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, obreros y campesinos, maestros y alumnos, comerciantes e industriales, profesionales e intelectuales tirados a las calles de ciudades y pueblos, agitados consignas, quemando banderas americanas, incendiando neumáticos, desfilando con pancartas escritas, ni vistiendo camisetas de mangas con inscripciones que digan: “¡Go Home, Yankee!” (¡Regresen a su hogares, yanquis!), protestando por la presencia de tropas norteamericanas en el país disfrutando de nuestras facilidades y delicias turísticas, puertos y aeropuertos, playas y carreteras, en Barahona y las zonas aledañas a la frontera dominicano haitiana, con todos sus pertrechos de guerra y destrucción, divertiéndose en suelo nacional a lo Rambo, persiguiendo imaginarios “terroristas” y potenciales bandas de narcotraficantes.

Tampoco se oyen ni se ven las patrióticas protestas de los comentaristas y editorialistas de radio y televisión de programas de mañana, tarde y noche en sus espacios periodísticos por esa ocupación militar tan rara, tan especial del territorio dominicano. ¿Qué pasa? ¿Nos estamos colombianisando?

¿Que extraño que este turismo militar norteamericano compuesto por más de cuatro mil hombres y mujeres armados hasta los dientes, listos para el combate, entrenándose por caminos y trillos, montes y montañas y ejercitándose en el sol tropical de esta jungla isleña, no parece hacer daño a la contrastante imagen de paz y progreso; libertad de movimiento y de tránsito; de expresión y prensa, y de respeto ciudadano a más de tres millones y medio de visitantes extranjeros al año; imagen alcanzada de “país paraíso” dominicano en Santo Domingo, Punta Cana, Romana, Samaná, Puerto Plata, con sus afamados hoteles y playas, que tanto trabajo, dinero y años han costado hacer a todos?

¡Pobre de mí! ¡Es que hay dos mundos contrapuestos! El turismo de guerra norteamericano ahora parece ser distinto, aunque sigan acompañados los generales y tropas visitantes del apoyo moral de cañones, de carros de asalto y de tanquetas, de helicópteros, de portaaviones,- sus miles de integrantes en este divertido “safari” turístico en trajes camuflageados portando armas de última generación, de aquel otro turismo  militar realizado por esa misma gente en 1916, luchando contra “gavilleros” alzados en la manigua cuando ocuparon la República Dominicana por ocho años y al que realizaron en 1965 cuando desembarcaron sus “marines”, luchando contra “constitucionalistas” para proteger a la nación de la amenaza comunista.

¿Estarán estos armados turistas norteamericanos paseando a todo lo largo de nuestra frontera del lado dominicano ubicando sobre el mismo territorio nacional, guiados por sus maravillosos satélites dirigidos desde el Pentágono o por consejeros del Departamento de Estado, lugares donde pretenden instalar los nuevos “resorts” o “campos turísticos” para alojar a millares de refugiados haitianos evacuados de Haití, construidos al modelo y estilo Guantánamo?

¿Te acuerdas del Plan de Operaciones Conjuntas llamado “EXODO” preparado por las Fuerzas Armadas dominicanas? ¿Sabes en que consistía? ¡Despierta! Los Estados Unidos de América no quieren en territorio norteamericano el excedente poblacional haitiano. ¿Sabes que es aquí, en dominicana, donde ellos quieren ubicar a esa población haitiana migratoria con el consentimiento o sin el consentimiento del pueblo dominicano y su gobierno? No sigamos de ingenuos haciendo el juego al enemigo. No pierdas de vista estas maniobras turísticas de las fuerzas militares norteamericanas en Barahona, elaborando un nuevo plan “EXODO” para ayudar a controlar la “migración haitiana” a través de la frontera. Ellas pueden traernos muchas sorpresas envueltas en envenenadas y tentadoras ofertas económicas de desarrollo conjunto dominico haitiano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas