El turismo en Santo Domingo (2 de 2)

El turismo en Santo Domingo (2 de 2)

En los últimos años, en la República Dominicana se ha estado hablando de las nuevas tendencias turísticas; turismo cultural y turismo de negocio. Ambos segmentos están estrechamente ligados al desarrollo de la actividad en los grandes centros urbanos. También, cuando se habla de incrementar el número de visitantes en la ciudad de Santo Domingo, con frecuencia se hace referencia al turista de cruceros. Estos son potenciales clientes repetitivos.

Aunque en la arquitectura de la ciudad colonial de Santo Domingo se encuentran las primeras manifestaciones del renacimiento europeo en las Américas, que la urbe haya experimentado grandes transformaciones urbanísticas durante la segunda mitad del siglo xx, con la construcción de importantes obras de infraestructura para el esparcimiento como el Jardín Botánico, La Plaza de la cultura, Faro a Colon, bulevares en las principales avenidas, y la remodelación y embellecimiento de importantes zonas como el Malecón, la Avenida del Puerto en la rivera del río Ozama, Estas no por si solas no han logrado estimular el turismo en la capital.

Es universal, la apreciación de que un turismo de calidad puede contribuir al desarrollo sostenible de las zonas urbanas mediante la mejora de la competitividad de las empresas respondiendo a las aspiraciones sociales y salvaguardando el entorno cultural y natural. Para tener éxito simultáneamente en esos distintos ámbitos en un destino se necesita un planteamiento global que se centre en la satisfacción del turista y se base en los principios del desarrollo sostenible.

La dependencia mutua que existe entre el turismo y la cultura es evidente, mientras la herencia cultural crea las bases para que este crezca por otro lado la misma pierde mucho de su significado sin una sociedad participante beneficiándose de ella.

No puede ser obviado que la diferencia entre el turismo convencional y el cultural es cada dia mas vaga en los grandes mercados generadores de llegadas turísticas internacionales. Este es visto como el viaje que concierne a la experiencia de los ambientes, artes y estilos de vida especiales, también incluye la herencia intangible como son la estructura social y las religiones.

El turismo cultural crece entre 10 y 15% anualmente. El envejecimiento de la población es un factor importante, que contribuye directamente, en el crecimiento de este segmento. Las personas de mayor edad exhiben un interés mas fuerte por la cultura, también disponen de mayor cantidad de tiempo y recursos económicos para hacer viajes culturales, para estos no es suficiente «irse», es esencial «meter dentro del paquete tantas experiencias como sea posible durante las vacaciones». El viaje a países donde valores y tradiciones permanecen intactos ofrece a estos viajeros la satisfacción de experimentar una autenticidad que no encuentran en la vida moderna que les rodea estos cambios son observados principalmente en Europa ( la región donde se genera el 60% de las llegadas turísticas internacionales). En Alemania, Inglaterra, Austria, Suecia y Bélgica. También en Norteamérica en el grupo de edad que pasa los 45 años.

El Otro segmento que pudiera beneficiar a los grandes centros urbanos en las economías en desarrollo o en proceso de transición interesadas en expandir las ganancias del turismo, es el turismo de negocio. Estos viajeros son menos sensitivos al costo que turistas regulares. Sus decisiones de compra están influenciadas principalmente por su habilidad para usar el tiempo eficientemente dentro de la agenda del viaje de trabajo.

Los viajeros de negocio generalmente tienen algún tiempo libre cuando están fuera de casa, están dispuestos a participar en las actividades turísticas, si el esfuerzo que se requiere es mínimo y los riesgos son bajos. Al turismo de negocio se le define como las actividades de relax en conjunción con el viaje de trabajo.

Dos terceras partes de los viajeros de negocio extienden sus viajes por placer. Hay un enorme potencial en este mercado. Este segmento representa el 9% de todos los viajes internacionales. Las convenciones representan la mayor incidencia de los viajes de negocio. A medida que se aceleran los negocios internacionales. En el desarrollo del turismo de negocio los hoteles, generalmente son el punto de inicio, en términos de proveer información y las opciones turísticas.

En conclusión, las políticas de desarrollo turístico en los centros urbanos incluyen medidas prácticas para tratar los aspectos más amplios del destino y entran de manera coherente en una política general de protección y gestión del medio ambiente. Esas medidas hacen referencia especialmente a la integración en los planes de urbanismo, del desarrollo de infraestructuras turísticas y de programas de rehabilitación de hábitat en el centro de las ciudades.

En las consideraciones entra, la gestión integrada de la calidad, como una forma de actuar; en los frentes, del desarrollo económico, por una parte, y del desarrollo urbano, por la otra , Ofreciendo una experiencia única y original al visitante y satisfaciendo las legítimas aspiraciones de la población a un desarrollo económico y social armonioso y respetuoso con el medio ambiente. En términos generales este proceso es recurrente y participativo gestión integrada. Afecta simultáneamente al conjunto de agentes que actúan sobre la oferta turística básica; fuente de atracción para el visitante y sobre los servicios secundarios. El factor humano es una de las claves del éxito, el visitante se acordará con más frecuencia y hablará a sus allegados de la calidad de los contactos. Aun cuando dicho planteamiento global sea relativamente nuevo, determinados destinos turísticos urbanos están ya haciendo verdaderos esfuerzos en ese sentido. Definen estrategias con los interlocutores clave para, aplican las practicas adecuadas y desarrollan continuamente instrumentos de seguimiento y evaluación.

En el turismo las cosas se van haciendo de acuerdo a las necesidades del mercado, un hotel no amplia su planta hasta que no vive repetidas sobre ventas. En nuestro país por lo general, desde el inicio se parte con una gran obra, un ejemplo palpable es la construcción en Barahona del aeropuerto María Montez, una excelente infraestructura, construida con un costo cercano a los 32 millones de viejos pesos, para motivar el turismo en la región sur. Todos sabemos lo que ha pasado con esta estructura. Nos preguntamos. Podemos continuar permitiéndonos estas actitudes? Sin planificación? No es hora de que consideremos otros criterio? La ciudad de Santo Domingo tiene grandes oportunidades en el turismo cultural y el turismo de negocio. El estimulo que necesita la capital para atraer los turistas de gran gasto, pudiera encontrarse dentro de la diversidad cultural que existe en la sociedad dominicana, en la vida contemporánea de sus ciudadanos, también, con la inclusión en el producto turístico de la capital de las actividades culturales producidas por algunos organismos estatales y la que esta produciendo cierto sector privado.

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