El sector turístico es el responsable del 30% de la contaminación de las costas del país y ejerce fuertes presiones sobre los ecosistemas naturales, ya que tiene un modelo de construcción que suele ser obsoleto frente a los temas ambientales y climáticos, lo que genera un amplio impacto sobre el territorio nacional.
Pero la industria también tiene una alta incidencia en términos energéticos. Y es que los hoteles, según explica el informe Puntos Críticos para la Vulnerabilidad a la Variabilidad y Cambio Climático en la República Dominicana y su Adaptación al mismo, representan un 43% del consumo de energía en los sectores comercial y de servicios de la República Dominicana.
Otro de los grandes problemas que presenta el turismo es que, a pesar de su significativo crecimiento, se ha desarrollado de forma desordenada y poco diversificada: el modelo sol y playa se mantiene y se concentra en áreas muy específicas del país, que han recibido importantes impactos por la explotación y el uso excesivo del agua, así como por la mala disposición y tratamiento de los desechos sólidos. El turismo también ha sido responsable de una explotación excesiva de los recursos naturales y de la destrucción de los ecosistemas.
Fuerza. El tema del turismo es muy delicado en la República Dominicana, puesto que el sector es uno de los principales en la economía del país: alcanza el 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB) como contribución directa y el 15.1% como contribución total. Su tasa de crecimiento aumentaría, según las proyecciones que presenta el estudio, de un 1.7% en el 2012 a un 3.2% en el año 2022. Pero el turismo es también la primera fuente de divisas del país, seguido de las remesas, además de que es el principal destino de la inversión extranjera.