Los incentivos fiscales no son determinante de la inversión, o sea que no son necesarios para que la inversión se produzca
El sector turismo de la República Dominicana está desarrollado y sobre todo totalmente recuperado de la pandemia del Covid-19, por lo que ya no es necesario que se mantengan en el sector los privilegios fiscales que le concedió la Ley 158-01, sobre fomento al desarrollo turístico, luego modificada, reitera el consultor Juan Lladó.
Ante la insistencia de los hoteleros, que favorecen una modificación de la norma, pero con la conservación de los incentivos al sector, el consultor turístico recordó que los incentivos fiscales no son determinante de la inversión, o sea que no son necesarios para que la inversión en el sector se produzca.
“Esta conclusión está respaldada por agencias multilaterales. Por su puesto que los inversores les dan la bienvenida a estos privilegios, pero lo principal es que haya un análisis de mercado que favorezca la inversión”, precisó.
La ley 158-01 fue modificada y se amplió de 5 a 15 años las exenciones al turismo.
Lladó explicó que los incentivos ya no son necesarios porque la razón para haberlos creado es porque se conciben como una ayuda del Estado para que un sector se desarrolle, pero una vez logrado esto, como es el caso de la RD, reiterado en varias ocasiones por el ministro David Collado, ya no es necesaria esa ayuda y las empresa deben pasar a tributar, como lo hacen las demás de otros sectores económicos.
“La razón para eliminar esos incentivos es que ya el sector turístico está maduro, desarrollado”, insistió.
Detalló que el gasto tributario que deberían pagar las empresas del sector turístico sino tuvieran las exenciones fiscales serían unos US$160 millones al año.
“Con 88 mil habitaciones funcionando no es la gran cosa, pero es una contribución que puede resolver muchos problemas que tiene el presupuesto nacional”, señaló.