El turismo exige un mejor país

El turismo exige un mejor país

Las cifras del desempeño de nuestro turismo son impresionantes y ponen en perspectiva un enorme potencial de crecimiento que debemos explotar con una visión crítica. Los directivos de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), que asistieron como invitados al Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, dieron testimonio amplio y detallado de lo que tenemos y lo que nos falta para sacarle al potencial turístico más beneficios que los actuales.
Un concepto axiomático que debemos tener en cuenta es que si queremos alcanzar metas más ambiciosas en turismo, debemos esforzarnos por lograr un mejor país en todos los sentidos. Debemos mantener el atractivo de lo que el extranjero quiere de nosotros, pero también de lo que los dominicanos que hacen turismo interno quieren que se les sirva. Debemos exportar más diversidad, explotando de manera sostenible todos nuestros ambientes.
Hay que trabajar más para mejorar y preservar la calidad de lo que tenemos como oferta, pero al mismo tiempo incorporar nuevos atractivos que son extrañados por muchos de los turistas que nos visitan. El país está muy bien posicionado en mediciones regionales de calidad del turismo, pero, por ejemplo, el aspecto de la seguridad y otros factores nos tumba la nota de manera recurrente. A trabajar más y mejor.

Tavera: antes  y después

Si como afirman los técnicos la Presa de Tavera estuvo a punto de colapsar por la cantidad de agua que ingresaba a su embalse en estos días de intensas lluvias, entonces hay que ir pensando en soluciones preventivas. La presa tiene aguas abajo muchas comunidades y producción agropecuaria que entran en riesgo con los vaciados. A estas alturas, una limpieza del embalse para retirar sedimento sería una medida juiciosa.
Antes de las precipitaciones sin precedentes de este mes, no teníamos previsto que a Tavera entrarían volúmenes de agua inmanejables para las dimensiones de su embalse. Pero ya que vivimos la experiencia, y teniendo en cuenta de los eventuales efectos colaterales en la estructura, es prudente que tengamos al alcance un plan B que permita manejar estas contingencias.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas