El turismo impulsa al campo dominicano

El turismo impulsa al campo dominicano

POR FAUSTO ADAMES
Dotada de las más hermosas playas de toda la región, con un sol exuberante y gente bondadosa, la República Dominicana se ha convertido en el destino turístico por excelencia del Caribe. Pero eso no es todo, pues también se ha comprobado que los más de tres millones de turistas que nos visitan cada año comen y beben, o más bien devoran con avidez los productos criollos, encantados con el sazón y las bebidas de aquí.

Además es muy común ver en los hoteles locales que, después de degustar sus platos favoritos de comidas criollas, los turistas también demandan del excelente café hogareño, que puede ser capuccino o frappé de la mejor calidad, cultivado en vivo y directo en nuestras montañas, y para acompañarlo, se sirven de postre el más fino y también de mejor calidad cigarro del mundo: el «made-in» dominicano.

EL ESTUDIO

Este alto consumo en comida y bebida fue objeto de una investigación sobre  la Demanda de Alimentos Frescos del Sector Turismo, realizado conjuntamente  por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), puesto que, según datos del Banco Central, el gasto percápita de los turistas alcanzó los US$101.27 en el 2003, y de acuerdo con cifras aportadas por Osmar Benítez, vicepresidente de la JAD, el gasto promedio de la actividad turística alcanza los RD$100 millones de pesos diarios.

Otro dato digno de destacar es que en carnes frescas los turistas consumen  unos 251,797 quintales, lo que representa un gasto de RD$907 millones al año aproximadamente, según las cifras aportadas por el estudio.

Mientras Benítez revela, por su parte, que el gasto total de los visitantes sería de RD$6,200 millones, equivalentes a unos US$300 millones aproximadamente. También es importante destacar que la investigación llevada a cabo por estas instituciones solo abarcó el 70% de los hoteles con categoría turística del país. Por tanto, una expansión a todo el universo de la actividad nos indica que el orden de magnitud del valor y su impacto económico en el país sería mucho mayor, dice Benítez.

LOS RETOS

Por tanto, como los retos que debe enfrentar la República Dominicana son grandes en materia agropecuaria, se puede comenzar mejorando el desarrollo que ha tenido la actividad turística, ofreciendo mejores productos, una opción que ayudará a los agricultores  a cautivar un gran mercado conformado por esas personas que en la actualidad nos visitan.

Satisfacer ese mercado creciente debe ser prioridad para los productores nacionales, y por tal razón en su nuevo enfoque de Estrategia de Mercado y Cadenas de Valor la JAD ha configurado la Agricultura Dominicana en seis grandes áreas de trabajo, donde la principal sería la Agricultura Gourmet o Turística.

LA GOURMET

Este tipo de agricultura esta destinada hacia grupos emigrantes, y cada vez toma mayor importancia debido a la creciente movilización de personas por todo el mundo.

La misma está definida por la calidad, presentación, condiciones organolépticas (olor, sabor, tamaño, color), promoción y precio.

La gran diferencia de esta a la de producción local radica en que el consumidor está dispuesto a pagar un precio más alto para consumir un tipo de bien determinado.

Esta ha sido estudiada, a razón de que la migración temporal se mide hoy en día, en materia de geografía territorial, mediante la movilización de grandes grupos humanos que se convierten en trabajadores temporales que brindan sus servicios laborales en otros países, y mediante el movimiento voluntario de grandes núcleos de personas que viajan alrededor del mundo bajo la calificación de turistas.

Estos  comen y beben vienes producidos u originados en los sectores agropecuarios y agroindustriales nacionales o extranjeros.

Otro hecho es que cuando vemos la estratificación del consumo, observamos que nuestros turistas demandan vegetales en miniaturas, frutas tropicales, cortes finos de carnes vacunas y porcinas, embutidos especiales, quesos finos, aves exóticas y criollas, leche, huevos preparados y especiales (como los de codornices en salmuera), terneras, cochinillos, ovejos y conejos.

Aunque no se puede olvidar la alta cocina internacional de platos que se preparan con productos de origen acuático, que incluyen langostas y langostinos, camarones, cangrejos, centollas, calamares, pulpos, ostiones y pescados en general, entre muchos otros mariscos que podemos producir dada nuestra condición de isla tropical.

Importaciones: la competencia

Si no se logra este objetivo, este consumo sería sustituido con importaciones, que en este momento son importantes, y lo peor es que muchos de estos productos lo podemos producir en la República Dominicana, según el informe. Al momento las principales son:

1- Las importaciones de pescados y mariscos. Estas presentan una tasa de crecimiento de un 12% anual, y para el año 2003 representaron los US$58 millones. Este suministro es realizado pro empresas especializadas, con infraestructuras de congelamiento.

2- Las bebidas alcohólicas. Para el año 2003 se importó US$39 millones en bebidas alcohólicas, espirituosas y endulcoradas.

3-  Las papas precocidas. En este renglón las informaciones recopiladas indican que en un solo año se importan unas 300 toneladas, que a precios actuales del mercado superan los US$20 millones. Aquí también hay un reto importante para los productores de zonas como Constanza, San José de Ocoa y otros lugares del país donde se produce el cultivo.

LA AGRICULTURA ORGÁNICA O ECOLOGICA

Este tipo de agricultura también tiene una importancia fundamental para los agricultores, puesto que para el año 1997 el mercado mundial de productos orgánicos alcanzó los US$12,000 millones, ya para el año 1999 superaba los US$20,000 millones, mientras la Federación Internacional de Movimiento de Agricultura Orgánica (INFOAM) proyecta un mercado de US$100,000 millones para el año 2010.

También, la producción de bienes orgánicos o ecológicos no sólo ha crecido, sino que se ha diversificado con más de 1,500 productos en distintos mercados y que van desde productos frescos, congelados y/o procesados, destacándose las frutas, hortalizas frescas, café, azúcar, cacao, té, frutas secas y nueces, especias e hierbas, cultivos oleaginosos y productos derivados, cereales, algodón, leguminosas secas, carne, productos lácteos, huevos, bebidas alcohólicas, entre otros.

También, alimentos elaborados y preparados, alimentos infantiles, aceites comestibles, harinas, mieles, condimentos y vinos, entre otros.

La agricultura orgánica tiene ventajas competitivas en términos de precios cuando se comparan con los mismos productos que provienen de la agricultura convencional.

Las ventas de estos productos ascendieron a los US$26 billones en el ámbito mundial, arrojando una tasa de crecimiento de un 23% en relación con el resultado obtenido en el 2002.

En el caso de la República Dominicana tenemos ejemplos de exportaciones orgánicas exitosas,  como es el caso del guineo, café y cacao orgánico dominicano, considerados los mejores en todo el mundo.

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