Luego del descalabro descubierto en el Banco Peravia y la inquietud que generó en el sector, los resultados preliminares de la economía dominicana de enero a diciembre de 2014 han revelado que el país cuenta con un sistema financiero saneado, rentable y patrimonialmente fortalecido.
Esto resulta estimulante, ofrece un gran respiro y despeja cualquier inquietud, ya que la confianza en un sistema bancario consolidado es un factor crucial, dado el importante papel que desempeña en diferentes vertientes de la dinámica económica.
En realidad, más que una revelación se trata de una confirmación de las propias cifras de fortaleza y crecimiento que en su momento habían ofrecido por separado las diferentes entidades de la banca múltiple. Pero la visión de conjunto del sector ofrecida por el Banco Central tiene especial significación para los agentes económicos y usuarios de los sistemas financieros.
Los indicadores de la banca múltiple muestran un nivel promedio de solvencia de 14.41%, mientras que la rentabilidad del patrimonio ascendió a 21.64%, siendo la morosidad de su cartera de 1.33%, con una cobertura de 224.69%.
Un punto que se destaca en el aludido informe es que el dinamismo económico logrado durante 2014 resulta consistente con el desempeño de la cartera de préstamos de todo el sistema financiero.
En efecto, el total de crédito concedido al sector privado tuvo un crecimiento interanual de 19.5% al 31 de diciembre, dentro de los cuales los préstamos a la producción se incrementaron en 17.3%.
Los mayores recursos fueron canalizados a aquellas actividades que tienen más dinamismo dentro del PIB: los créditos a las micro-empresas que crecieron en 29.9%, la construcción en 55.8%, la agropecuaria con 7.8% y el comercio, que alcanzó 4.5%.
Otro dato de trascendencia que se consigna en el informe es el gran crecimiento experimentado en el 2014 en el sector turístico, lo que tiende a incrementar las expectativas alentadoras en torno a un renglón que juega un rol de primer orden en el desempeño de la economía nacional.
La llegada de turistas, entre extranjeros y dominicanos no residentes, alcanzó la cifra récord de 5,140,650 pasajeros, para un aumento de 450,880 visitantes adicionales, lo que equivalente a un crecimiento de 9.6% con respecto al 2013.
El ingreso de divisas para el país por este concepto ascendió a la suma sin precedente de unos US$5,600 millones, para un índice de 10.6, lo que llevó al Banco Central a proclamar que el 2014 fue un año extraordinario para el turismo.
Este índice es esperanzador para la meta que se ha propuesto el presidente Danilo Medina de alcanzar la llegada de diez millones de turistas. Aunque todavía falta bastante para ese objetivo, el sector hotelero expresa optimismo por considerar que se podrá lograr con las iniciativas que se están tomando.
La estabilidad social y política de que disfruta el país, a pesar de problemas en algunas áreas vitales, y la conjunción de esfuerzos entre el sector privado y el área oficial, propician un clima favorable para una meta que sólo puede ser percibida como quimérica en la mente de gente pesimista o desconocedora de la importancia que juega el turismo, y no exclusivamente para los bolsillos de los hoteleros.
La buena armonía entre el sector hotelero y el ministerio del ramo, trabajando juntos hacia objetivos medulares, sin desavenencias, desenfoques y contradicciones que en el pasado causaron tanto trastorno, ha sido determinante en el fortalecimiento del turismo y las perspectivas de índices aún mayores.
Al analizar el comportamiento de la economía en el transcurso del pasado año, se observan también tasas de crecimiento positivas en área afines como la hotelería, en restaurantes y bares, que registraron 7.9%.
Para consolidar y ampliar las metas hasta ahora alcanzadas se requiere una gran dosis de prudencia, esfuerzo creativo, además de una clara visión de país, sin visiones angostas y pretensiones particularistas.