El último informe de la CEPAL

El último informe de la CEPAL

El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) vuelve a dejar mal parada a la República Dominicana, colocada en el segundo grupo de países de mayor pobreza con índice oscilante entre el 38 y el 48 por ciento, y junto a Honduras y Guatemala,  en los tres en que aumentó la brecha entre los más pobres y los más ricos.

 El Panorama Social de América Latina y el Caribe correspondiente al 2008 establece cuatro grupos de países atendiendo a sus niveles de pobreza: baja, que afecta a menos del 22 por ciento de la población, donde se ubican Argentina, Chile, Uruguay y Costa Rica; media baja (Brasil, México, Panamá y Venezuela) con menos de 32 por ciento de pobreza; media alta, (entre 38 y 48 por ciento), que incluye a República Dominicana, Colombia, Ecuador, El Salvador y Perú; y pobreza alta, que afecta a más del 50 por ciento de la población, señalándose a Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay. 

Según el estudio, el gasto público aumentó de forma generalizada en la región en la última década, entre el 1997 y el 2007, mejorando el nivel de bienestar de los más pobres y contribuyó a la reducción de la desigualdad en todos los países de la región, con la excepción de Guatemala, Honduras y República Dominicana, en los cuales aumentó.

Mientras la mayoría de las naciones comprendidas en el informe registra descenso en las tasas de pobreza, en la República Dominicana se eleva la proporción de los que viven en la indigencia en el último lustro, a lo que contribuyó obviamente la crisis financiera derivada de los fraudes bancarios.

En general América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo, ya que el ingreso medio de los hogares más favorecidos supera 17 veces al promedio del 40 por ciento más pobre de su población, sostiene el informe, según el cual la pobreza disminuyó en el último año en 0.8 por ciento, afectando aún al 33 por ciento para un total de 182 millones de personas.

Sin embargo,  como otra expresión de la desigualdad, la pobreza extrema creció 0.3 por ciento impactando a 71 millones de personas, 12.9 por ciento de la población total.

Las perspectivas para el 2009 no son buenas en orden a la superación de la pobreza, pues la CEPAL advierte que la crisis financiera internacional impactará sobre toda la región, con reducción de la demanda, de la inversión en la producción, de las remesas y limitaciones de los mercados financieros, con peligro de que el empleo se estanque o disminuya.

El Panorama Social de América Latina y el Caribe, entregado esta semana pasará desapercibido en el país, o por lo menos no ocasionará impacto alguno, pues sus indicadores no serán noticias para esta sociedad acostumbrada a aparecer en los últimos escalones de las mediciones internacionales, sean sobre pobreza, educación, salud, corrupción, transparencia de la gestión pública o inversión social.

Ese sistemático resultado no sería tan sorprendente si al mismo tiempo la nación no registrara los más altos niveles de crecimiento económico en el último medio siglo como han  documentado los informes sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Para los que aquí están preocupados por el incremento de la delincuencia, vale resaltar que  el informe de la CEPAL apunta que la crisis financiera global agravará los factores que exacerban la violencia juvenil al incrementar el desempleo entre los jóvenes y generar frustraciones de expectativas de movilidad social.

Mientras más amplias sean las desigualdades y la ostentación, mayores  frustraciones generarán  y cada día más jóvenes llegarán a la conclusión de que no tienen motivos para respetar las reglas del ordenamiento social, sobre todo si está a la vista de todos que son de gran movilidad para los grupos más privilegiados de la sociedad.

Es una nueva invitación a revisar la distribución del ingreso y el bienestar en el país, sustituyendo las humillantes dádivas, que en estos días se expresan en fundas y cajas  navideñas, por real inversión en educación, salud y desarrollo para superar la pobreza. 

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