El último número de la revista
cultural del Caribe “Cariforum”

El último número de la revista <BR>cultural del Caribe “Cariforum”

POR MARIANNE DE TOLENTINO
La revista cultural Cariforum nació, en el 2000, como parte de un programa de trabajo asignado por el 7mo. Fondo Europeo de Desarrollo al Centro Cultural Cariforo, una institución que creó la propia Unión Europea en Santo Domingo dentro de un plan de centros culturales caribeños.

La publicación respondía a la meta de una integración regional en el campo de la cultura, a un mejor conocimiento mutuo, a una participación de “todos” los Caribes: hispanófono, francófono, anglófono y neerlandés. Abarcó desde el inicio el Caribe insular, geográficamente aumentado con Belice y las tres Guyanas, sin dejar de invitar ocasionalmente al Caribe continental.

Desde los comienzos representó un verdadero reto, empezando por el nombre Cariforum, sacado de la etimología latina “Foro del Caribe”  y de “Cariforum”, la organización regional derivada del Caricom. Los países dieron su aprobación, y el contenido debía incluir historia, antropología, ideas, ecología, música, literatura, arte. En fin se perfilaba como un panorama de las humanidades en el Caribe, cuyos temas cambiaban y alternaban en cada número, destinado a una difusión dominicana, pero igualmente entre y extra caribeña.

El denominador común era la región, el “arco mágico de islas”,  cuales fueran los regímenes políticos y administrativos. Los autores eran en su gran mayoría caribeños, pero se admitían también intelectuales ”extra territoriales”, siempre que tratarán, con competencia, de asuntos del Caribe.

Significó una labor de investigación multidireccional, puesto que tanto escritos como escritores, de distintos orígenes geográficos, habían de confluir por la materia de sus colaboraciones.

Esto fue el primer reto, ya que hubiera sido mucho más fácil editar una revista de arte o de literatura solamente, que se extendía a la parte iconográfica. Hay excelentes revistas del Caribe, en el marco de universidades, pero prácticamente su acceso alcanza a los lectores de la enseñanza superior, y la presencia de imágenes es secundaria sino inexistente. Los objetivos fijados por la Unión Europea y el Comité Cultural Regional (RCC por sus siglas en inglés) eran dirigirse a una audiencia amplia, de intereses variados, con fines de educación y concienciación de sus valores. Por tanto, fotografías e ilustraciones eran y son fundamentales. Ahora bien,  si en artes visuales hay muchísimas posibilidades, el problema se complica cuando es un artículo de historia, de filosofía o de literatura. Hasta hoy, gracias a archivos personales e institucionales, y a las contribuciones –¡no suficientes- de los autores, la apuesta se ha ganado.

No obstante, la documentación no hubiera bastado sin la ingeniosidad del diseñador y sus hallazgos creativos. Ahí se observa otro rasgo distintivo de la revista Cariforum: su calidad técnica y estética. Sus imágenes, su diseño, su impresión comunican placer al mirarlas y hojearlas, antes de abordar la lectura. La consideran como una “revista de colección”,  y hemos escuchado a los que, con orgullo, dicen tener la revista desde su primer número.

Hemos querido este alto nivel para que los dominicanos y los caribeños aprecien la facultad de realizar bellas ediciones periódicas, tan cuidadas y refinadas como en los países más desarrollados en ese sector, y también para que se pueda exportar… No pocas veces hemos escuchado la pregunta: “¿Y esto se hace de verdad en Santo Domingo?”.

Otro reto de Cariforum es su auto-sostenibilidad. Una exigencia desde los primeros lineamientos rectores era su carácter no comercial, sino completamente cultural. Mientras hubo financiamiento institucional europeo, el requisito se mantuvo. Luego, como en todo programa temporero, se debieron buscar los recursos imprescindibles para producir una revista de tanta clase y enfrentar los costos. El Centro Cultural Cariforo ha debido pues incluir páginas de promoción –aunque en cantidad limitada y selectiva-, condicionando los anuncios la vida de la mayoría de las publicaciones en el mundo. Una ayuda institucional proviene de la Delegación regional para la Cooperación cultural francesa con asiento en Trinidad & Tobago. Ahora bien, al igual que en la programación europea, toda cooperación de organismos y organizaciones internacionales está estrictamente sometida a normas de ética y de calidad.

Para satisfacción del Centro Cultural Cariforo, el mejor testimonio del aprecio internacional a su labor editorial es que se aprobó a nivel de las más altas instancias regionales y de la Unión Europea,  y que la revista conservara definitivamente su nombre, su definición y su periodicidad trimestral. Esto sucedió de modo inmediato y constituyó un  fuerte estímulo… para que Cariforum, a partir del noveno número, inciase una nueva etapa, con igual ambición de superación permanente.

LA REVISTA CARIFORUM NO. 13

De hecho son 14 números que se han publicado, si se cuenta un volumen especial dedicado al Bicentenario de Víctor Hugo, prominente escritor francés que demostró un interés especial por el Caribe y América, llegando a conocer al prócer Gregorio Luperón.

El contenido es generalmente muy variado en su contenido temático y  países abarcados, con excepción de números monográficos sobre la IV Bienal del Caribe, el Centro León,Carifesta, preservando siempre la índole regional.

En esta edición, teniendo en cuenta la identidad compartida de la arquitectura caribeña vernácula, desde las Bahamas hasta Curazao, el artículo central se le ha dedicado, fundamentado en dos exitosas campañas para la restauración y la preservación de los colores originales, con la colaboración de arquitectos y artistas. La portada reproduce la pintura de Marianela Jiménez, dentro de la colección de “Pinturas Tropical”.

No podía omitirse una evocación de Théodore Chassériau (consultar también los Nos. 8 y 11), el pintor romántico francés nacido en Samaná –al igual que su madre-, cuyo padre desarrolló prácticamente toda una carrera diplomática en las Antillas. Por cierto, hasta el 19 de agosto, hay todavía la oportunidad de visitar la concurrida exposición de Chassériau, presentada en el Museo de Arte Moderno, primer intercambio dominicano con el Museo del Louvre y la Biblioteca Nacional de Francia

Coincidiendo con el Bicentenario de Haití, la revista se complace en publicar una colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo, dedicada al arte haitiano moderno y contemporáneo, un comentario de la escritora haitinana Edwidge Danticat, un análisis de los orígenes “créoles” del Jazz de New Orleans, un experimento educativo realizado con niños haitianos en el campo de la fotografía. Cabe señalar que la revista Cariforum se entregará en el cierre del Foro AfricAmericA, el cual se celebra actualmente en Puerto Príncipe, presidido por Barbara Prézeau.

Otras notables colaboraciones –no podemos citarlas todas pese a sus méritos– versan sobre la exposición fotográfica intercaribeña “Visión +”,  el legado cultural de la India en Trinidad & Tobago,  un llamado ecológico a través de Turismo y Medio Ambiente en la República Dominicana, la importancia de la yuca entre los amerindios de Guyana, sin olvidar la aventura gloriosa y desventura final del habaner “Brindis de Salas, el Paganini negro”. Cariforum 13 extiende el estudio del arte caribeño hasta Belice y Joan Durán.

El impecable diseño de Éxito y la esmerada impresión de Editora Corripio son ingredientes innegables de los atractivos de este decimotercer número de la revista cultural caribeña Cariforum.

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