Luka Modric, el genio silencioso del mediocampo, ha decidido poner fin a su etapa con el Real Madrid, cerrando así un capítulo dorado en la historia del club más laureado del mundo. Con su partida, no solo se despide un jugador, se marcha una era marcada por clase, sacrificio y excelencia.

El croata de 38 años deja al Real Madrid como el jugador más ganador en la historia del club, con un impresionante total de 28 títulos en 12 temporadas, superando leyendas como Marcelo (25) y Sergio Ramos (22). Su palmarés en blanco incluye:

6 Champions League
4 Ligas españolas
5 Mundiales de Clubes
5 Supercopas de España
4 Supercopas de Europa
4 Copas del Rey

Desde su llegada en 2012, procedente del Tottenham, muchos dudaron de su fichaje. Pero pronto, su visión de juego, su precisión quirúrgica y su incansable entrega convirtieron a Modric en el eje del medio campo merengue, formando parte del mítico tridente con Casemiro y Kroos, que marcó una época en Europa.

En total, Modric disputó 531 partidos oficiales con el Real Madrid, marcando 39 goles y repartiendo más de 77 asistencias. Pero más allá de los números, su verdadero legado está en el alma del juego: en cómo transformó el ritmo de los partidos, en cómo lideró desde la humildad, y en cómo se ganó el corazón de la afición blanca sin necesidad de levantar la voz.

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Ganador del Balón de Oro en 2018, rompiendo la hegemonía Messi-Cristiano, Modric es también un símbolo para Croacia, a la que condujo a la final del Mundial de Rusia 2018 y al tercer lugar en Qatar 2022.

Su historia en Madrid no solo se mide en trofeos, sino en la huella emocional que deja en una generación de fanáticos. Se va el dorsal 10, pero se queda la leyenda. Se va el futbolista, pero permanece el caballero del Bernabéu, el que jugó como si cada pase fuera poesía.

A partir del 5 de junio, cuando finalice su contrato, Modric buscará nuevos horizontes o, quizás, pondrá fin a su carrera. Pero para los madridistas, su nombre ya está escrito en el mármol de la eternidad blanca.

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