Parte II

Seguro que todos, alguna vez, hemos escuchado la frase “menos es más”. Un verdadero oxímoron que nunca ha sido más cierto que hoy. Un teléfono inteligente que ocupa poco más que la palma de nuestra mano funge de cámara, navegador, libro, televisión. Definitivamente, menos es más. La revolución tecnológica ha irrumpido en la mayoría (si no en todos) de los ámbitos de nuestra cotidianidad. Por esta razón, queremos presentarles las cinco tendencias identificadas por Accenture en su reporte sobre la Visión de la Tecnología para el 2015.

1. El “Internet de Mí”: consiste en experiencias personalizadas del usuario que puedan adentrarlo en el ecosistema de una entidad cualquiera. Esto es posible gracias a sensores que capturan nuestros comportamientos y proveen datos a empresas e instituciones innovadoras que sacan provecho a través de la minería de datos. El 60% de las organizaciones están viendo un rendimiento positivo de la inversión en tecnologías de personalización.

2. La “economía de los resultados”: nuevos hardware sirven de puente entre el universo digital y el mundo físico. Como señalamos en el artículo anterior, la revolución tecnológica ha iniciado una transición hacia una economía enfocada en la relación con el consumidor, por lo que más allá de los productos o servicios está la necesidad de dar resultados a necesidades individuales. De nuevo, la recolección de datos a través del Internet de las Cosas juega un papel importante en la confección de estas soluciones. Para el 2020, el 10% del Universo Digital provendrá de sistemas embebidos.

3. La “revolución de las plataformas”: el abaratamiento del acceso a paquetes de desarrollo y poder computacional han permitido a las compañías de poco capital, sin importar su ubicación, crear plataformas que definirán los ecosistemas del futuro con un considerable margen de ganancia y crecimiento, y, aún más importante, estableciendo pautas para una sana competencia que, sin duda, concebirá avances significativos.

4. La “empresa inteligente”: donde los nuevos software, equipados con la última generación de inteligencia artificial, modelarán un nuevo nivel de excelencia dentro de las corporaciones y, en general, cualquier entidad. El paradigma actual dicta que los empleados, ayudados de distintos software, podrán tomar decisiones más informadas y rápidas. Próximamente, los nuevos avances en minería de datos, potencia de procesamiento y tecnologías cognitivas permitirán que las máquinas puedan tomar decisiones por sí solas, dejando en nuestras manos aquellas de carácter más esencial.

5. “La fuerza laboral reinventada”: evidentemente, un mundo donde las máquinas podrían tomar decisiones trae consigo un aumento formidable de la productividad. Los trabajadores cuyas habilidades sean suficientes podrán empoderarse a través de las nuevas plataformas e interfaces y crear, igualmente, un perfecto balance entre el talento humano y el artificial. Un ejemplo importante de esto es la utilización de la supercomputadora Watson, creada por IBM, para complementar el trabajo de médicos con sugerencias de diagnósticos y manteniéndolos actualizados con los tratamientos más recientes de su campo. De hecho, el Dr. Martin Kohn, médico científico a cargo de IBM Research, argumenta que mantenerse al día con la literatura requiere de al menos 160 horas semanales y que solo aproximadamente el 20% de los criterios que los clínicos utilizan se basan en la evidencia.

A la luz de lo expuesto, es esencial que incentivemos el razonamiento crítico y los diplomados técnicos para crear trabajadores capacitados. Aprovechamos esta oportunidad para hacerle un llamado al Presidente Medina y al liderazgo nacional para que contraten una prestigiosa institución de investigación, como hicieron exitosamente China e India, que nos indique los cambios estructurales necesarios y luego, con estas direcciones ampliar el apoyo de instituciones como INDOTEL, MESCyT e INFOTEP que pueden prepararnos a las realidades futuras. Estamos seguros que con la voluntad y herramientas necesarias podremos lograr la prosperidad.

Investigador asociado:

Iván Kim Taveras.