El crochet, ese delicado tejido, no pasa de moda y regresa con más fuerza en el gusto femenino. En temporadas del pasado año se lució en diferentes salones y actividades de calle, este año sigue como uno de sus materiales favoritos.
En vestidos, blusas, sueras, top, abrigos, salidas de playa en crochet figuraron en las pasarelas más importantes del mundo como de Cibeles y Nueva York y en las tiendas de reconocidas firmas de diseñadores.
Es un arte de las manualidades que heredamos de nuestros antepasados y nos recuerda los manteles, cubridores de cama, pañitos de mesa, abrigos y otras prendas elaboradas por nuestras abuelas con esmero y amor.
Un vestidito en puro blanco en este fino tejido luce divino si lo acompaña con un collar y aretes en coral rojo y un anillo grande a juego con unas zapatillas blancas complementan el vestuario en una fresca y bonita tarde de té.
Pero si desea llevar un topecito en crochet un juego de pantalón pitillo y un t-shirt en telas lisas, anímese, es ideal.