El valor de los demás
En estos tiempos, caracterizados por la participación, la transparencia, la libertad de expresión, las buenas relaciones interpersonales y de diversidad cultural, lograr ser un líder de éxito en empresas e instituciones, implica tener más y mejores condiciones humanas y actualizar continuamente las competencias profesionales.
La realidad de los mercados y el comportamiento de los consumidores, han impuesto nuevas exigencias y desafíos a las organizaciones, principalmente al talento humano que tiene la responsabilidad estratégica de gestionar los recursos y procesos.
Los directivos y ejecutivos con actitudes arrogantes, prepotentes y excluyentes, hoy tienen serias dificultades para liderar organizaciones que creen, promueven y practican la participación, la transparencia y la disidencia.
En la coyuntura actual, no todos los lideres están en capacidad de garantizar climas laborales que al mismo tiempo sean democráticos, alegres y productivos.
Para ser un líder de resultados sostenibles, sin perder el afecto, el respeto, la confianza y la colaboración de los demás, es fundamental valorar la capacidad y los aportes de los otros.
Cuando el liderazgo se sustenta en el autoritarismo, en la centralización, en el irrespeto a las ideas y opiniones disidentes, es casi seguro que el clima laboral se convierta en algo muy parecido al agua estancada, donde no fluyen la energía creativa, la motivación positiva, la confianza y las relaciones sanas entre el talento humano que deberá ejecutar los planes estratégicos que se han propuesto las empresas e instituciones.
Los líderes sinceros, empáticos y comunicativos desarrollan habilidades y competencias que les permiten crear relaciones sostenibles y respetuosas con sus colaboradores.