Conflicto y articulación
Durante siglos el conflicto ha sido una estrategia de fuerza empleada para controlar el poder e imponer criterios e ideologías. En cambio hoy, los pueblos, las organizaciones y los grupos humanos prefieren utilizar la comunicación mediática para facilitar su articulación.
Hoy, las sociedades, las organizaciones y los grupos humanos realizan extraordinarios esfuerzos para evitar cualquier tipo de conflicto. En pocas palabras, la tendencia generalizada es la articulación. Tomando como punto de referencia el contexto descrito, es lógico pensar que el rol de las relaciones públicas tiene que pasar de gestionar conflicto a facilitar la articulación.
Las estrategias de comunicación que habrán de diseñar, implementar y controlar las relaciones públicas, con el propósito deliberado de articular los intereses de las organizaciones a los de sus grupos de interés, y de esta manera prevenir el surgimiento de conflictos.
Como se ha dicho, las sociedades y las organizaciones de hoy nunca habían sido tan dialogantes. De ahí que para algunos estudiosos, que hacen una lectura positiva de la comunicación, ésta es: «el puente entre las partes en litigio», «el pegamento de las fracturas sociales», «el medio de articulación y desarrollo».
En fin, la falsa creencia de percibir y gestionar las relaciones públicas como medio resolutor de conflictos, se ha transformado en un proceso donde las estrategias de comunicación se centran más en las oportunidades que en la confrontación. En la coyuntura actual, las sociedades y las organizaciones han ido asumiendo un enfoque de gestión más comprensivo y dialogante.
El talento humano responsable de gestionar las relaciones públicas en las empresas e instituciones actuales, tiene que dirigir sus esfuerzos y creatividad en la dirección de prevenir conflictos y facilitar la articulación.