Beneficios de la imagen

Históricamente, las empresas e instituciones han realizado esfuerzos en procura de proyectar una imagen pública positiva. Este propósito tiene más posibilidad de hacerse realidad en aquellas audiencias con limitaciones para analizar e interpretar críticamente las informaciones y actuaciones procedentes de las organizaciones.

Hoy como ayer, las organizaciones están conscientes de que su sostenibilidad y permanencia en los mercados, son condiciones vinculantes con la buena o mala imagen pública que sobre ellas se formen sus grupos de interés, como consecuencia de las percepciones, actitudes y opiniones que se generan a partir de las decisiones y conducta que exhiben dentro y fuera de sus entornos . En definitiva, de lo que se trata es de que crear, mantener y proyectar un perfil de imagen pública creíble, que ayue a la organización a lograr sus objetivos estratégicos.

Luego que una empresa o institución logra proyectar entre sus diferentes grupos de interés una imagen pública creíble, podrá obtener más beneficios en el corto, mediano y largo plazo, que aquellas que confían su buena imagen a la libre interpretación de sus públicos. La imagen pública positiva es un activo intangible que abre puertas.

Crear y mantener una imagen pública creíble y sostenible, es un proceso continuo, creativo y participativo, que solo tendrá éxito si en la organización donde se implementará existe un marco estratégico bien definido y alineado con las necesidades del entorno. La imagen pública positiva no es un resultado que se logra en poco tiempo.

Cuando se logra crear, mantener y proyectar una imagen pública positiva, se obtienen los siguientes beneficios: • Captar el mejor talento humano. • Ocupar un espacio en la mente de los consumidores y clientes. • Facilitar la diferenciación de la organización de otras.