El valor de la imagen. Gestión de la información

El valor de la imagen. Gestión de la información

J. LUIS ROJAS.

Las empresas e instituciones que pretenden crear y mantener una imagen pública creíble y sostenible tienen que hacer lo posible e imposible para cuidar la pertinencia y calidad de las informaciones que ofrecen a los ciudadanos, a los clientes y consumidores. En la actualidad, la gestión ética, transparente y objetiva de las informaciones internas y externas es una de las tareas estratégicas que emplean las relaciones públicas modernas para generar percepciones, actitudes y opiniones que añadan valor a la buena imagen y reputación de las organizaciones.

En el presente siglo, en el que los ciudadanos, los clientes y consumidores tienen a su alcance diferentes medios para verificar la falsedad o veracidad de las informaciones internas y externas que ofrecen las empresas e instituciones, no es sabio ocultar o manipular la realidad y los hechos. A través de la cantidad, calidad y objetividad de las informaciones que difunden las organizaciones, es posible deducir si la misma es transparente y ética en la gestión de sus procesos. Hoy todo se sabe y se dice, gracias al auge de las redes sociales y a la democratización de los medios de comunicación. Por esta y otras razones, las organizaciones tienen que ser coherentes y consistentes gestionando las informaciones que ofrecen a los ciudadanos, a los clientes y consumidores. Ofrecer informaciones veraces siempre, es también otra forma de cuidar la imagen pública de las empresas e instituciones.

La estrategia sustentada en dar a conocer solo las noticias buenas que acontecen dentro y fuera de las organizaciones, mientras que por otro lado se hacen extraordinarios esfuerzos por ocultar las informaciones negativas, es hoy una navaja de doble filo que corta las posibilidades de construir una imagen pública. Los ciudadanos tienen derecho a conocer las noticias buenas y malas que se originan en las empresas .

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