El valor de la imagen. Todo comunica

El valor de la imagen. Todo comunica

J. LUIS ROJAS.

Sin lugar a dudas, el desarrollo continuo de la innovación tecnológica ha permitido, entre otros logros cuantitativos y cualitativos, que la comunicación y la información sean hoy procesos más fluidos, más participativos y de mayor valor agregado al desempeño general de las organizaciones. En esta época, donde los ciudadanos son al mismo tiempo clientes, consumidores y usuarios cautivos de la Internet y las redes sociales, es imprescindible gestionar estratégicamente la comunicación e información.

Quiérase o no, hoy todo comunica: el estilo de liderazgo, la estructura de los edificios, el estado de ánimo de los empleados, la pertinencia de las decisiones gerenciales, las condiciones en que transita la flotilla vehicular, los niveles de participación, la forma en que interactúan las instancias, etc.

En la coyuntura actual, caracterizada por el deseo creciente de importantes grupos de interés que aspiran a establecer relaciones sostenibles con empresas e instituciones que sean socialmente responsables, éticas y transparentes, es imprescindible gestionar de manera integral y coherente las diferentes dimensiones de la comunicación e información que se generan fuera y dentro de las organizaciones.

Obviar que hoy todo se dice, todo se sabe y todo comunica, puede tener consecuencias graves para la presente y futura reputación de las empresas e instituciones. Por ejemplo, emplear el poder de los medios de comunicación para fabricar corrientes de opinión pública favorables a decisiones y actuaciones perversas, crear un clima laboral sustentado en el miedo y el clientelismo, así como usar las ventajas que se derivan del poder para comprar a colaboradores incondicionales con cerebros de macos.

Se debe considerar que las redes sociales puede convertirse en cuchillo de doble filo para la buena imagen pública.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas