El valor de la imagen
Los estilos de imagen

El valor de la imagen<BR>Los estilos de imagen

La imagen pública es una mezcla de rasgos y signos tangibles e intangibles que caracterizan y diferencian a las personas, organizaciones, marcas, productos, países y ciudades. Además, esta solo existe en las percepciones que se forman las personas, a partir de informaciones, experiencias y contactos. En resumidas cuentas, los estilos de imagen se construyen y se posicionan en las percepciones humanas.

  Para lograr que las audiencias perciban el estilo de imagen que se desea proyectar, se hace necesario gestionar coherente y consistentemente los siguientes elementos: inteligencia emocional, apariencia, conducta, comunicación y decisiones. En este sentido, si se desea generar percepciones positivas, hay que cuidar la calidad de cada uno de los aspectos mencionados. Los estilos de imagen son un reflejo de la naturaleza y personalidad de quienes los sustentan.

Definir y proyectar un determinado estilo de imagen pública, ya sea en el contexto corporativo, personal o de marcas, siempre será el resultado de  una decisión estratégica, la cual requerirá el involucramiento de todos.

Para hacer sostenible un determinado estilo de imagen, será necesario planificar, ejecutar y controlar, acciones tácticas que resalten los rasgos y atributos positivos de la empresa, institución, marca y persona.

Según el experto Víctor Gordoa, entre los estilos de imagen pública más comunes se destacan los siguientes: natural, tradicional, elegante, romántico, seductor, creativo y el dramático.

Por ejemplo, el primero transmite un mensaje de accesibilidad, energía, sencillez, juventud e informalidad. Genera amabilidad, entusiasmo y optimismo. Proporciona una apariencia abordable y orientada hacia la gente.

 El tradicional se caracteriza porque transmite un mensaje de organización, responsabilidad y eficiencia. Genera confianza, respeto y lealtad.

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