Los adolescentes son más vulnerables a los efectos aditivos de la nicotina, ya que su cerebro todavía se está desarrollando

El uso de los cigarrillos electrónicos, vaping o vapeadores, se han convertido en una actividad psicoactiva para adolecientes que consideran “estar en la moda”, para ser aceptados en grupos sociales o experimentar la sensación que les produce inhalar estos productos.

La variedad de sabores, diseños y olores, se convierten en atractivos invisibles para la salud del adulto joven, al desconocer los riesgos de estos dispositivos que administran más nicotina que los cigarros tradicionales.

Sin embargo, para Rhadamés de la Rosa, director ejecutivo de Casa Abierta, la presión social de amigos son factores fundamentales, para que un adulto joven inicie en el hábito tabáquico, pero más vulnerables son los que provienen de familias monoparentales.

“Para un adolescente lo más importante son sus amigos y sus opiniones, agregando esa necesidad de ser aceptados en los grupos de los “populares” para cumplir con sus peticiones funcionando así la presión de grupo por el cual es aplicada a los que no tuvieron una formación familiar ni educación básica de la salud”, expresó.

Precisó la importancia de que exista un sistema educativo y una formación familiar para educar sobre el peligro de las sustancias en cigarrillos electrónicos a pesar de que su prohibición no está regida por la ley.

“La prohibición no resuelve nada, ya que siempre va existir el alcohol, marihuana, tabaco, éxtasis, todo depende del conocimiento y la relación que una persona tenga con ellas”, manifestó.

De la Rosa considera que con la prevención se deben masificar las herramientas de protección, y no con la retención para que el adulto joven pueda protegerse.

“En otros países se han empezado a implementar acciones contra el tabaco para que los adolescentes tengan otras alternativas positivas para poder canalizar sus emociones, de ser así, es muy difícil que puedan recaer en adicciones dado que sus mentes se mantienen ocupadas, pero para que eso se realice hacen falta políticas públicas a largo plazo, y esto se realiza con la prevención no con la retención”. dijo.

Compra sin limites

A pesar de que no está permitido que los menores de 18 años compren tabaco, para ellos, el acceso al “vaping” es un producto que ofrece opciones de compra sin ningún tipo de retención, para De la Rosa, este fácil acceso ha sido un problema en la lucha contra el tabaquismo entre los adolescentes. “Evitar la venta indiscriminada a menores de edad es una medida altamente eficaz contra el tabaquismo en los jóvenes”, afirmo De la Rosa.