El Vaticano acusa al exdirector de su banco, Angelo Caloia, de malversación y pérdidas de más de 50 millones de euros

El Vaticano acusa al exdirector de su banco, Angelo Caloia, de malversación y pérdidas de más de 50 millones de euros

CIUDAD DEL VATICANO. — La fiscalía del Vaticano ha acusado al expresidente del banco del Vaticano y su abogado de malversación y los responsabilizó de pérdidas de más de 50 millones de euros (62 millones de dólares) en ventas de bienes raíces.

Está previsto que el juicio a Angelo Caloia y su abogado Gabriele Liuzzo comience el 15 de marzo. Un tercer sospechoso falleció durante la investigación.

El Instituto para las Obras de Religión, nombre oficial del banco, conocido por sus siglas en italiano como IOR, dijo el viernes por la noche en un comunicado que Caloia y su abogado fueron acusados de malversación y lavado de dinero presuntamente ocurridos entre 2001 y 2008, cuando el banco se deshizo de “una parte considerable de sus activos inmobiliarios”.

Los sospechosos presuntamente vendieron bienes raíces del Vaticano a montos por debajo del precio de mercado a empresas en el extranjero que luego los revendieron a precios de mercado, y los sospechosos se habrían embolsado la diferencia, de acuerdo con una persona familiarizada con la investigación.

The banco se sumará a un caso civil junto con el juicio penal para tratar de recuperar parte de las pérdidas.

El Vaticano anunció la investigación criminal sobre Caloia, presidente del IOR de 1989 a 2009, Liuzzo y el difunto ex director general del banco, Lelio Scaletti, en 2014, luego que funcionarios del banco descubrieron irregularidades en cuentas y operaciones del IOR.

Los sospechosos niegan las acusaciones.

Este es el último esfuerzo del IOR para recuperar fondos que alega perdió debido a los delitos o incompetencia de sus ex administradores.

El mes pasado, el tribunal civil del Vaticano halló a otros dos ex jefes bancarios, Paolo Cipriani y Massimo Tulli, responsables de mal manejo de inversiones y les ordenó que devolvieran los fondos a la institución. Ambos renunciaron al bando en el 2013.

El IOR inició una reforma interna de sus operaciones como parte de un proceso lanzado por el papa Benedicto XVI para limpiar su reputación como entidad abierta a paraísos fiscales.