El vector invisible

El vector invisible

Por alguna razón los seres humanos comprendemos la existencia siempre yendo en alguna dirección, adelante, atrás, arriba, abajo, a los lados o en círculos, de hecho, el tiempo tiene tres flujos de continuidad hasta ahora conocidos, sin entrar, obviamente, en consideraciones del mundo subatómico.
Para determinar que algo va en tal o cual dirección, la física, las matemáticas, o las ciencias sociales suelen asirse o agarrarse del concepto vector aun cuando en este no intervienen consideraciones de bien o mal, solo nos pone en contexto de hacia dónde apunta la flecha.
En la política se manifiestan las mismas condiciones, en el sentido de que todo toma un determinado rumbo o varios al mismo tiempo, por lo tanto, si hiciésemos un análisis político habrán de surgir distintas opciones de posibles desencadenamientos de los hechos analizados.
Observando el conflicto interno del PLD, con al menos hasta ahora ocho instancias elevadas ante los tribunales contra la Ley de Partidos, se desprende que al parecer los vectores tendrían direcciones y magnitudes indeterminadas, y por lo tanto indeterminadas consecuencias que podrían afectar todo el sistema de partido, si tomamos en cuenta la jurisprudencia resultante de estos actos.
Entre Leonel y Danilo se han dado todas las etapas de las relaciones humanas que por lo regular hacen coincidir a los individuos, conocerse, compartir ideas, concurrir en un mismo núcleo social, desde un sindicato, partido, club, iglesia, trabajo, academia, hasta una peña de poetas, y el ritmo dialectico de la vida los ha marcado del mismo modo que en esencia nos marca a todos; encuentro de propósitos, desencuentros de intereses. El tema fundamental es que las diferencias entre estos dos individuos políticos podrían sobrepasar el punto de equilibrio que su Partido espera de ellos para la convivencia y sobrevivencia del legado del maestro Bosch.
El conflicto es consustancial a los humanos, es genético, está en su bitácora existencial, incluso en determinadas circunstancias y dosis es favorable al desarrollo de la humanidad. Lo esencial en este momento es tener muy claro que cuando el conflicto esta irrevocablemente plantado, existen tres vectores direccionales; perdura en el tiempo, se desata la furia, o se llegan a acuerdos.
En el PLD de Leonel Y Danilo, a pesar del pasado acuerdo del Comité Central, la crisis está plantada. Hay varios vectores en los que puede ir el conflicto. Solo faltaría uno, el vector invisible, que probablemente siempre ha estado ahí pero que parece oculto por el ruido de las peleas descarnadas del poder y la inevitable descripción de la naturaleza humana que nos hace grandes y pequeños al mismo tiempo.
Ese vector invisible es la prudencia. Y todos debemos mirar hacia ella.