El veganismo, más estricta que el vegetarianismo

El veganismo, más estricta que el vegetarianismo

Veganismo viene del término original inglés «vegan», y fue ideado en Londres en 1944 por siete vegetarianos que se unieron para crear la «Vegan Society», que hoy día sigue activa en Inglaterra.

Utilizaron la tres primeras letras y las dos últimas de la palabra «vegetarian» para formar la palabra «vegan».

El vegano rechaza en su dieta las carnes, los pescados, los lácteos, los huevos, la miel, y en general todos los productos derivados de los animales, incluyendo el cuero, las pieles o incluso la lana. Se puede afirmar que es el estilo de vida más respetuoso con los animales y la naturaleza.

¿Cuáles son los motivos que llevan a una persona a ser vegano?

Nunca hay una única causa, pera las más comunes son:

La preocupación por los animales. Muchas personas se hacen veganas o vegetarianas porque no desean tener que matar animales para obtener alimento. Sin embargo, en la sociedad actual, debido a las condiciones tan inhumanas en que son criados estos animales, la obtención de otros productos distintos de la carne sigue siendo cruel y despiadada. Mucha gente se hace vegana y evita por completo todo producto de origen animal.

La salud. Actualmente está demostrado que el consumo excesivo de productos cárnicos y lácteos tiene efectos negativos para la salud. También están las preocupaciones ambientales, entre otras.

[b]Alimentos que incluye[/b]

Además de las frutas frescas, un régimen vegano puede incluir una gran variedad de platos preparados a base de cereales, pastas alimenticias, pan, papas, legumbres (judías, garbanzos, lentejas, guisantes, soja, etc.), arroz, semillas, germinados de legumbres y semillas, frutos secos y sus cremas (de almendras, cacahuetes, anacardos, etc.); batido de soya y otros derivados de la soya (miso, tofu, tempeh…) y otros productos a base de proteína vegetal texturizada.

[b]Riesgos para la salud[/b]

Resulta un régimen precario desde el punto de vista dietético y nutricional, dada la mala digestibilidad de la proteína vegetal (de peor aprovechamiento que la de origen animal), siendo así mismo frecuentes los déficits de vitaminas B12, D, B2 y de minerales como calcio, hierro, fósforo y zinc.

Pueden aparecer signos de raquitismo y alteraciones del crecimiento en niños y adolescentes y, las mujeres embarazadas presentan habitualmente carencias de calcio, hierro y zinc.

Todo ello hace que esta dieta esté especialmente desaconsejada durante el periodo infanto-juvenil, el embarazo, la lactancia y en personas enfermas.

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