La vulnerabilidad del sistema de aseo del Distrito Nacional y los municipios del Gran Santo Domingo se pone de manifiesto nuevamente cuando los camiones recolectores de desechos sólidos no pueden entrar al vertedero de Duquesa, que prácticamente colapsó debido al bloqueo de acceso por el fango que produjeron las lluvias.

La situación en Duquesa, donde los camiones compactadores y volquetas hacen largas filas a la espera de poder penetrar, se refleja en la ciudad de Santo Domingo, a tal punto que el alcalde del DN, Roberto Salcedo, llamó la atención de los munícipes, ya que el problema escapa al control del cabildo.

Desde ayer la hilera de camiones compactadores y volquetas era de más de un kilómetro, porque el lodo en el interior del vertedero impedía que vertieran con normalidad, en cambio tardaban tres y cuatro horas para hacerlo con suma dificultad.

La crisis se profundizó debido a que de diez tractores y palas con que cuenta el vertedero para habilitar las vías de acceso apenas dos funcionan, el resto estaban averiados.

El más afectado de los ayuntamientos es del Distrito Nacional, que lleva al vertedero de dos mil a dos mil 400 toneladas diarias de desechos, de cuatro a cinco mil que son depositadas en ese lugar.

El taponamiento en Duquesa provoca a su vez otro en las proximidades de la estación de transferencia del ADN, ubicado en Villas Agrícolas, a donde los camiones pequeños llevan la basura que recolectan en la ciudad.

En ese sentido, el alcalde Salcedo lanzó nuevamente el grito de alarma para que el Gobierno asuma el control de la disposición final de los desechos sólidos, tras advertir lo que podría suceder en Santo Domingo en caso de que se produzcan fuertes aguaceros, aun sin la entrada al país de fenómenos naturales como depresiones, tormentas o  huracanes.

Reiteró que se reunirá en los próximos días con el presidente Danilo Medina, a quien planteará la situación, ya que se ha convertido en un grave problema de salud y ambiente, que pone en peligro el desarrollo del turismo.

Consideró que debido a la magnitud del problema, el Estado está obligado a identificar puntos estratégicos para la construcción de verdaderos rellenos sanitarios a nivel nacional.