Por CARLOS NINA GÓMEZ
Evander Holyfield, un boxeador que ha sido bastante golpeado, a los cuarenticinco años de edad, tendrá la opotunidad -que tanto buscó- de volver a la gloria cuando el 13 de octubre vaya en busca del trono mundial de la división completa.

 El veterano pugilista estadounidense, nativo de Atlanta (Georgia), desafió al ruso Sultan Ibragimov quien es dueño del cinturón pesado versión Organización Mundial de Boxeo (OMB). La pela tendrá como escenario el Palacio de Hielo Khoynka de Moscú, la capital de Rusia.

 Los expertos refieren que Holyfield «se las juega todas» en este combate en el que, si gana, rompería su propia marca que es la de ser el único púgil completo ganador cuatro veces el título del peso pesado. ¡Pero va a una misión casi imposible!

 Este «viejete» ha declarado que tiene la suficiente capacidad, pese a sus años, para volver a ser monarca del mundo de la categoría denominada «madre» del boxeo de paga.

Los analistas recuerdan sus resonantes victorias, en la década de los 90s, en específico 1996, cuando derrotó dos veces corridas al otrora «Hombre de Hierro» Mike Tyson.

 Cuando nadie lo consideraba como un rival de consideración, para derrotar a Tyson, echó por el piso esa creencia.

 En junio de 1996, con las apuestas 30-1 en su contra, Holyfield noqueó a Tyson en el undécimo round alzándose con la corona «madre» del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

En la pelea de revancha, en noviembre del mismo año, Holyfield, aunque fue un triunfo insípido, según los expertos, volvió a vencer a Tyson. Su segunda victoria sobre Tyson se produjo por descalificación.

En aquella pelea callejera hubo cabezazos, por parte de Holyfield, y mordiscos propinados por Tyson. Los mordiscos del ex imbatible campeón mundial llegaron a una oreja de Holyfield.