La Academia de Ciencias de la República Dominicana dio inicio con muy buen pie a las Tertulias de la Comisión de Salud de la institución, en nuestro local de la calle Las Damas esquina El Conde, de la ciudad colonial. En esa oportunidad disfrutamos de un gratificante conversatorio sobre “El vino, la dieta mediterránea y la salud” con el destacado cardiólogo Dr. Rafael Pichardo, “Maestro de la Medicina” y miembro de número de la Academia. Dicha actividad contó con la colaboración de los Laboratorios LAM. Estos eventos procuran tratar de manera informal temas relacionados con la buena salud.
El Dr. Rafael Pichardo es un prominente cardiólogo del país, quien laboró por 42 años en el Instituto Dominicano de Cardiología. Estas tertulias médicas son coordinadas por el Dr. José Joaquín Puello. Nos correspondió presentar al expositor en razón de presidir nosotros la comisión de Salud de la Academia de Ciencias.
El expositor, un conocedor de los buenos vinos y experimentado sommelier, hizo una revisión pormenorizada del tan agradable producto. El vino (del latín Vinum) obtenido de la uva, mediante fermentación alcohólica de sus mostos, que son el resultado del aplastamiento de las uvas, ese jugo fermentado por levaduras que participan en dicho proceso, transforman los azúcares de ese extracto en alcohol etílico y en gas en forma de dióxido de carbono. Nos ilustró desde el período neolítico en la historia vinícola, hasta nuestros días en las distintas calidades de vinos y las variedades de añadas, mencionándonos los distintos atributos de esa exquisita ”sangre vegetal”, tan gratificante para el cerebro y el corazón.
Nos habló de la paradoja francesa y de la dieta mediterránea: se ha determinado científicamente que los países del mediterráneo frente a otros de iguales condiciones económicas y sociales, tienen una menor proporción de grasas letales en sangre, así como una menor morbi-mortalidad en lo que respecta a la enfermedad cardiovascular. Sea por sus dietas ricas en granos, pescado, yogur, aceite verde, pan integral, pocos carbohidratos, carne principalmente de aves, eventualmente carnero y res. Junto al uso cotidiano del vino y una actitud de vida, han logrado un adecuado control de las grasas en sangre y como consecuencia una disminución de la mortalidad general y del número de infartos tanto en corazón como en el cerebro.
Como gran cientista, el expositor se basó en evidencias científicas, presentó certidumbres de que en varios estudios se ha demostrado que tomar dos o tres copas de vino tinto al día permite una mayor longevidad frente a aquellos totalmente abstemios, pero enfatizando que es solo el consumo moderado lo beneficioso. Conversamos de las cuatros diferentes catas de vinos: las ciegas, la horizontal comparativa, la vertical y la cata a la vista que es como lo hacemos en nuestras tertulias, donde disfrutamos de un vino conocido. Nuestra próxima tertulia será mañana lunes 28, a las 7:30 p.m., en el salón de actos de la Academia de Ciencias, con el Dr. Carlos García Ligthgow, cardiólogo intervencionista, que nos hablará de la muerte súbita, dedicada a cardiólogos, internistas, médicos generales, estudiantes de medicina y deportistas. Es gratuita y abierta a todo público, así que siéntase usted nuestro invitado y deguste con nosotros una copa de vino, no será del tan exquisito Cháteau Lafite Rothschild, pero sí un Malbec argentino. ¡Bienvenidos sean!