Francisco Javier García Fernández es reconocido al unísono, por sus ejecutorias notorias en las posiciones que los presidentes Leonel Fernández y Danilo Medina lo designaron, pero su desempeño más relevante es sin regateos, frente por media docena de años titular de Turismo.
En esa poltrona, Francisco Javier, uno de los expositores y polemistas más brillantes del escenario electrónico, planeó y consiguió por todo lo alto, potencializar al país como uno de los destinos turísticos más preferenciales del Caribe, con Punta Cana, claro, como su imán captador más caudaloso.
Sin fidelidad absoluta a ninguno de los dos gobernantes del PLD, sino al vaivén de las hojas del Yagrumo, que dan las espaldas al Sol en procura de la sombra, Francisco Javier, desertando de la original sencillez cuando apenas frisaba el primer peldaño hacia la prosperidad, ahora, cuando el termómetro a lo interno del PLD sube a centígrados achicharrantes, se decanta, airado, censurando del irrespeto hacia su mandante el presidente Danilo Medina.
“Lo único que falta con el presidente Danilo Medina es que algunos de esos congresistas, algunos miembros del Comité Político, incluso, se quiten las correa y le den una pela al presidente de la República, porque más irrespeto no puede haber”, clamó Francisco Javier (El Caribe 27-06-l9, página P8).
Irrespeto mayor es el incurrido por el presidente Medina cuando en 20l5 aseveró un “nunca jamás” para la reelección, anunciado el retiro a su hogar en 2020, y que ahora, por los linderos de la glotonería insaciable del poder, mezclado con el temor a la judialización, que potencializan el odio hacia Leonel, próximo presidente de la República, irrespeta su palabra, irrespeta la Carta Magna, irrespeta a sus gobernados, y final, se irrespeta así mismo, virus antidemocrático presagiante de desgracia nacional.