POR FATIMA ALVAREZ
Acabábamos de recibir la noticia de que nuestro anfitrión, el cónsul José Luis Basulto, nos había abandonado después de convocar a más de 50 personas, para irse, todo laso y tranquilo, a disfrutar las delicias de un “Todo incluido”, con realmente tooodo incluido.

Los que asistimos al Taller de Cuentos organizado por la Embajada de México, nos quedamos atónitos al escuchar en la voz del presentador, José Luis Pedroza, que nuestro convocante, ni corto ni perezoso, prefirió cambiar las clases sobre lectura, redacción y crítica literaria, por las aguas tibias de una piscina de algún resort del país. ¡Habrase visto semejante irresponsabilidad! ¡Y todo en presencia de su jefa suprema, la embajadora de México, Isabel Téllez!

Pero bueno, después de Pedroza dejarnos como consuelo, ante tan descortés conducta, un autorretrato de Basulto, aparece Kipling, con su uniforme de “Amet de hace 50 años” en busca de su perrito Chucho.

No bastó que se le dijera, se le gritara, que no había ningún Chucho, ni mucho menos perro, en el vetusto recinto de la legación mexicana, ni que por respeto a la representante de ese gobierno,  allí presente, tuviera mejor comportamiento: exigió la entrega de su Chucho y al no obtenerlo amenazó con largarse por el mismo lugar por donde había llegado. ¡Vaya gracia!

Pero luego, al observar el autorretrato del cónsul Basulto mirándole de reojo, pensó que éste había sido el único que se había recordado de su aniversario de nacimiento, de su muerte y del momento mágico en que recibió, con apenas 42 años, el Premio Nóbel de Literatura, convirtiéndolo en el primer inglés en recibir este galardón.

Es así como el gran Rudyard Kipling decide asumir la responsabilidad dejada de lado por Basulto y acata el rol que debió asumir el ¿honorable? cónsul mexicano, al convocar a más de medio centenar de personas y abandonarlos a su suerte en un espacio que, enraizado en el corazón de la Vieja Ciudad, resultaba a fin de cuentas un pedazo de México, con el agravante de que sin su belleza ni su cultura.

Rudyard leyó en un inglés no muy lord el “Kipling y las seis W´s” de José Luis Basulto, (sí, ése mismo, el cónsul en desbandada), para luego llamar a su “pana full” Lawrence de Arabia, a quien solicitó el envío de seis de sus esclavas para analizar las partes de un cuento.

Y fue así, con su gracia y conocimiento, con sus bailarinas de belly dance y con sus grandes artes que el prodigioso Rudyard Kipling enseñó a niños y adultos, atónitos y “encarcajados” las hermosas artes básicas y necesarias para hacer un cuento: Where? (¿Dónde?); When? (¿Cuándo?); Who? (¿Quién?); What? (¿Qué?); Why? (¿Por qué?; Which? (¿Cuál?).

Terminada la participación exitosa de nuestro ya casi coterráneo Rudyard, la señora Isabel Téllez subió al podio (nos imaginamos que algo avergonzada por las liviandades de su cónsul) y agradeció la masiva asistencia de los presentes al Taller de Cuentos, valorando al gran Rudyard Kipling y agradeciéndole su participación. Obviamente no olvidó dejar bien claro que si Basulto no aparecía en un tiempo prudente, pondría un anuncio en los periódicos solicitando un nuevo cónsul. Pedroza, el presentador de quien  no se presentó, despidió al público hasta el próximo día. ¡Ah! para los curiosos: Chucho, el perrito de Rudyard, apareció al final haciendo monerías a su agradecido dueño.

Sobre el taller

Con motivo del 196 aniversario de su Independencia, la Embajada de México realiza el Taller de Cuentos: Lectura, Redacción y Crítica Literaria”, impartido por el escritor mexicano José Luis Basulto Ortega.

El taller se divide en seis módulos de dos horas diarias cada uno, en los que se tratan: Análisis de las partes de un cuento, Cómo ser competitivos en un concurso de cuentos, Análisis del estilo literario, ¿Es la novela contemporánea un cúmulo de pequeños cuentos?, Análisis de la originalidad literaria y Revisión de trabajos y clausura del evento.

La actividad cultural se realiza en la sede de la Embajada de México, ubicada en la calle Arzobispo Meriño esquina Las Mercedes, en la Zona Colonial, de 6:00 de la tarde a 8:00 de la noche. Teléfono 809-285-0050. 

Biografía de Kipling

Éste escritor inglés nació el 30 de diciembre de 1865 en Bombay (India). Con 6 años fue enviado a estudiar a Inglaterra. Permaneció cinco años en un hogar social de Southsea, experiencia que describe en su relato ‘La oveja negra’. En 1882 regresó a la India, y comenzó a trabajar para la Civil and Military Gazette de Lahore hasta 1889, en calidad de editor y escritor de relatos. Publicó Cancioncillas del departamento (1886), una serie de versos satíricos sobre la vida civil y militar en los cuarteles de la India colonial, y una colección de sus relatos escritos para la prensa recopilados en Cuentos de las colinas (1887). Su fama literaria se la debe a seis historias sobre la vida de los ingleses en la India, publicadas entre 1888 y 1889. Entre sus novelas o relatos largos más populares figuran La luz que se apaga (1891), El Libro de la Selva (1894), El Segundo Libro de la Selva (1895), Capitanes intrépidos (1897), Stalky & Cía. (1899), y Kim de la India (1901), un relato picaresco de la vida en la India. Lo más destacable de su poesía es quizá Baladas del cuartel (1892) y Las cinco naciones (1903). Viajó por Asia y Estados Unidos, donde se casó en 1892 con Caroline Balestier. En 1903 se estableció en Inglaterra. En 1907 le concedieron el Premio Nóbel de Literatura, convirtiéndose en el primer autor inglés merecedor de este galardón. Dedicó su vida y sus escritos a profundizar en la condición del hombre, y su devenir existencial. Falleció el 18 de enero de 1936 en Londres.