¿El voto electrónico? Veamos qué pasa en el mundo con ese invento.
En el 2018 los estadounidenses votaron en elecciones de medio término. En algunos lugares los resultados se supieron 20 días después.
En Alabama, Georgia, Illinois, Indiana –entre otros– la Justicia extendió el horario de votación hasta pasadas las 8 de la noche. En Carolina del Norte la Junta de Elecciones culpó a la humedad por el mal funcionamiento de las máquinas que leen los votos.
En Nueva York, la lluvia mojó los ciudadanos y las boletas. Los escáneres no pudieron leerlas. La gente manipulaba la boleta con las manos húmedas y el escáner se trababa.
En marzo de 2018, en Irak, se votó con un sistema surcoreano. Se votó en marzo y solo quince días después terminaron de contar.
Este año en Neuquén, Argentina, se entregó una segunda boleta a electores que votaron por un candidato y el equipo lo computó por otro.
En Alemania, la Corte Suprema declaró inconstitucional el voto electrónico debido a que personas sin conocimientos técnicos tuvieron dificultades con el proceso.
En Holanda, se abandonó en 2006, después de dos décadas, debido a la facilidad de violar el secreto del voto. Unos informáticos demostraron cómo, a 25 metros de distancia, podía saberse a quién estaba votando alguien.
En Finlandia, se realizó una prueba del voto electrónico en el 2006, los comicios fueron anulados por fallas del sistema.
Irlanda gastó en 2002 cientos de millones de euros en la compra de maquinarias. Dos años después declaró que el sistema no garantiza la seguridad de la elección. En 2012, vendió 7500 máquinas de voto electrónico.
En las últimas elecciones, en Utah, EEUU, los problemas obligaron a los votantes a utilizar el voto de papel.
En Indiana las máquinas seleccionaron candidatos republicanos en perjuicio de los demócratas. En Knoxville, Tennessee, un centro amaneció sin luz y se votó con papel. En Georgia no había enchufes para la cantidad de máquinas enviadas.
En Georgia estaba en juego el cargo de gobernador y en principio el republicano Brian Kemp aventajaba a la demócrata Stacey Abrams. El proceso terminó en la justicia diez días después. Abrams luchó porque la Corte Suprema obligara una nueva ronda de votación, buscaba forzar una segunda vuelta. Las autoridades validaron el triunfo de Kemps. Abrams aspiraba a ser la primera gobernadora afroamericana de la historia del país. Denunció irregularidades y la exclusión de cientos de ciudadanos para votar.
La lluvia, la boleta mojada, en Alemania fue la falta de conocimientos técnicos del elector, la causa del abandono del sistema. Imaginemos aquí.
Se nos quiere atarugar el voto electrónico mientras en otros países, por fallas y problemas, el sistema está en franca retirada.