El voto haitiano es pa’lante que va
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El voto haitiano es pa’lante que va<BR>(2 de 2)

JOSÉ B. GAUTIER
En el país existe un partido oculto integrado por iglesias cristianas apoyadas con dinero extranjero pagadas para realizar proselitismo político con el propósito de destruir la nacionalidad dominicana, cuyo liderazgo visible lo encabeza la Iglesia Católica, representada por el Servicio Jesuita para Migrantes y Refugiados, cuya misión es orientar a la población haitiana radicada ilegalmente en el territorio nacional a burlarse de las leyes.

¿Se acuerdan de un sacerdote católico haitiano que en el Registro Civil de Mao, Valverde, declaró más de cien niños de madres haitianas como hijos de él? ¿Y de otro cura belga que en el Batey 5 de Barahona hizo lo mismo con dos niños haitianos? ¿En qué pararon las investigaciones de parte de las autoridades dominicanas? ¿Qué hizo el Ministerio Público? Lavarse las manos como Pilatos.

¿Ven qué fácil es obtener documentación falsa en este país con instituciones desnaturalizadas? Existen cadenas de mafiosos dominicanos y haitianos traficantes de indocumentados, maestros en falsificación de documentos y declaraciones tardías que operan con toda impunidad. Si a ésto se le agrega una entidad religiosa encubridora del delito, una de las mil ONG legalizadas con recursos económicos ilimitados, ¿Cómo nos vamos a defender?

Ahora, tomemos al azar otra pieza del rompecabezas:

Salió la desbordada migración haitiana en las provincias fronterizas. Sinteticemos el caso de la provincia Independencia, por ser el cruce terrestre comercial más importante y dinámico entre la República Dominicana y la República de Haití. Las cifras son espeluznantes: El ochenta por ciento (80%) de toda la población de esa provincia fronteriza es haitiana. Todos los servicios públicos en Jimaní, Duvergé, Boca Cachón, Tierra Nueva, Las Lajas y demás municipios, como escuelas y hospitales, están ocupados en la misma proporción por haitianos.

Las áreas privadas como comercios, hoteles, comedores, clínicas (hasta médicos samaritanos), transporte de moto concho y centros de prostitución son haitianos. Lo mismo que las viviendas viejas y nuevas. Todas las iglesias cristianas y sus escuelas están controladas por pastores y sacerdotes haitianos y rezan y enseñan en creole. La primitiva agricultura que se realiza, privada y de reforma agraria, es con mano de obra haitiana. El contrabando de mercancías de doble vía realizado en parajes haitianos colindantes con el Lago de El Fondo es tan sofisticado que hasta se roban jeepetas y motores que transportan bordeando las aguas del lago en balsas hasta Haití. El robo y la delincuencia, el trafico de drogas y armas son controlados mayormente por haitianos. La devastación forestal, la quema de carbón proliferan. ¿Y dónde está la presencia del Gobierno dominicano y sus autoridades? ¿Dónde guardan la soberanía dominicana? ¿Qué han dicho de esta espantosa situación el señor senador y los señores diputados? ¿Qué piensan los síndicos y los regidores municipales de esta alarmante situación?

A pesar de que todavía nos quedan muchas piezas del rompecabezas por analizar, creo que por todo lo dicho, en estas elecciones del 16 de mayo, el voto haitiano será duro, callado y seguro en todo el territorio dominicano. ¡Las señales son múltiples! ¡Es pa’lante que va!

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