El voto inmigrante: nueva clave de las elecciones alemanas

El voto inmigrante: nueva clave de las elecciones alemanas

Berlín. AFP. Cerca del 10% de los electores convocados a las urnas para las legislativas alemanas son de origen inmigrante, una cifra en alza constante que obliga a los partidos a evolucionar para cuidar a este electorado.

En los últimos comicios legislativos, en 2009, eran 5,6 millones en poder votar para un total de 62,2 millones electores y entre ellos, 426.000 lo hacían por primera vez.

Las estadísticas para 2013 no se darán a conocer hasta pasados los comicios del 22 de septiembre, pero el número de electores de origen inmigrante debería ser más elevado.

A mediano plazo, su peso no hará más que crecer. En torno a un tercio de los niños alemanes menores de diez años son de origen inmigrante. Aunque su voto todavía no es decisivo, «los inmigrantes se están convirtiendo en un grupo electoral potencial cada vez más importante para los partidos», explica a la AFP Orkan Kösemen, jefe del proyecto sobre las cuestiones de integración en la Fundación Bertelsmann.

«Los partidos todavía no disponen de una estrategia clara», subraya Kösemen. «Sin embargo, buscan mediante ajustes puntuales atraer los votos de los inmigrantes». En esta cuestión, el partido conservador de Angela Merkel ha protagonizado el cambio más espectacular. «Hace diez, quince años, la CDU no consideraba que el caso de integración fuera decisivo. Pero creo que desde hace 7-8 años, desde que ella está al frente de este gobierno, este tema se ha convertido en cada vez más importante», afirma a la AFP Michael Frieser, diputado encargado de la cuestión de la integración por el grupo parlamentario conservador.

La CDU fue el primer partido en nombrar a un ministro de origen turco en un gobierno regional: Aygül Özkan, en Asuntos Sociales, en Baja Sajona (norte) en abril de 2010.

En diciembre de 2012, el partido hizo pasar de dos a cuatro el número de personas de origen extranjero en su dirección de 49 miembros. «Misión inmigrantes en la CDU», titulaba en marzo de 2013 el diario conservador Die Welt.   Al volcarse con los inmigrantes, el partido quiere también conquistar a los jóvenes, las mujeres y los urbanos, fuertemente representados en esta población.

«Haremos más por la integración», prometió a finales de agosto la canciller, en una entrevista exclusiva a TRGT-EU, un canal alemán destinado a la comunidad turca.   En 2009, la CDE/CSU no convenció más que al 10,1% de los electores de origen turco.

En la izquierda, el SPD también se moviliza. Durante tiempo, el partido pudo contar con el hecho de que los «Gastarbeiter» (trabajadores invitados procedentes esencialmente de Turquía) votaban socialdemócrata por la proximidad del partido con los sindicatos que defendían sus intereses en las fábricas.

En 2009, el 55,5% de los alemanes de origen turca habían votado al SPD pero hoy, y sobre todo desde el episodio Thilo Sarrazin, la situación parece más compleja.

El libro publicado en 2010 por este político socialdemócrata, «Deutschland schafft sich ab» («Alemania corre a su pérdida») provocó un enorme escándalo al defender la idea de que la inmigración debilitaría al país.

«El caso Sarrazin ha asestado un duro golpe duro al SPD . Personalmente, creo que hubiera sido mejor excluirle del partido, para enviar una señal clara», afirma a la AFP Aydan Özoguz, vicepresidenta del SPD.   Los votos emigraron parcialmente hacia los Verdes que defienden desde entonces su creación un proyecto de empresa multicultural, o hacia el partido de la izquierda radical Die Linke, que ya no sólo es considerado como el partido de los ex alemanes del este.  

El SPD se muestra así más ofensivo, defendiendo por ejemplo la doble nacionalidad, muy difícil de obtener en Alemania.  «Si disponemos de una mayoría en el Bundestag, podremos modificar inmediatamente el derecho a la nacionalidad. Sería por supuesto un paso enorme», subraya Özoguz.

«Actualmente, podemos notar una nueva orientación del SPD y de la CDU, resume Kösemen, de la fundación Bertelsman. «El SPD porque debe esforzarse en convencer a un grupo de electores que creía seguro, la CDU porque ha comprendido que se encontraba ahí con un grupo electoral en pleno crecimiento al que, a mediano plazo, habrá que presentar una oferta política». 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas