El éxito del PRD

<p>El éxito del PRD</p>

BIÉNVENIDO ALVAREZ VEGA
La convención perredeísta en la que el ingeniero Miguel Vargas Maldonado fue electo candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano fue, como quiera que se vea, un sonado éxito para el PRD y para el joven político. Un éxito en varias dimensiones, pero sobre todo en lo político y en lo  organizativo.

La mitad de ese éxito político se lo ganó el PRD cuando el presidente de la Junta Central Electoral, doctor Julio Cesar Castaños, dijo que el Partido Revolucionario Dominicano era una tacita de oro de la democracia dominicana que había que preservar. Con estas palabras quedaron exorcizados quienes han lanzado las peores acusaciones contra la vieja e influyente organización fundada por Juan Bosch.

Ganó puntos el PRD cuando decidió someter su convención a la supervisión y escrutinio de la JCE, a sabiendas de que quien dirigiría ese proceso es un hombre comprometido políticamente con su principal rival, el PLD.

No debe olvidarse que el PRD salió desacreditado del gobierno, de un gobierno que prácticamente lo anuló como organización y lo sustituyó por una cosa que llamaron PPH. Pero al final de este gobierno, el PRD se dio una dirección de transición que ha comprendido, en su actuación, que este partido necesita una renovación de su estructura organizativa, de su gerencia y, por supuesto, de su ideología y  su comprensión de la naturaleza de los problemas nacionales.

La otra cara de este éxito político lo constituye, a mi juicio, la escogencia del ingeniero Miguel Vargas Maldonado como candidato presidencial. Contrario a lo que han planteado los grandes gurúes del análisis político del país, no creo que se trate de una escogencia de lo pragmático frente a lo ético. Nada me indica que los perredeístas han rechazado el comportamiento ético de la doctora Milagros Ortiz. En el equipo de uno y de otra había gente de todas las tendencias, y los dos precandidatos sirvieron con igual devoción al gobierno del PPH.

Lo que sí creo es que los perredeístas comprendieron que era necesario, políticamente, romper ese viejo círculo tejido por aspirantes permanentes a la candidatura presidencial, gente que cada cuatro años decía, ofrecía y hacía lo mismo. A Vargas Maldonado, un joven y exitoso empresario de la construcción que ha compartido su vocación profesional con una militancia activa dentro del PRD,   le tocó romper ese círculo.

Vamos a esperar que este éxito del PRD y del ingeniero Vargas Maldonado sea para bien de la democracia dominicana.
bavegado@yahoo.com

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