El «yo era» es del diablo

El «yo era» es del diablo

Manauri Jorge.

Leonel ha sido tres veces presidente de esta media isla y todavía sigue forzando para volver. ¿Por qué? Porque no se puede vivir del «yo fuí» sino del «yo soy», y menos en un país que la trayectoria se la pasan por donde no da el sol -sí, por allá mismo.


Resulta que conozco mucha gente que pretende mantener un espacio laboral por algún aporte que hizo cuando el sol salía a blanco y negro. No mis amores, la vaina no funciona así, si quieres que te tomen en cuenta tienes que tener COMPETENCIAS porque, como dijo José José: «Lo que un día fue, no será».

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El mercado laboral de hoy exige multifuncionalidad y no es que tengas que saber ni hacerlo todo, sino que manejes los conocimientos básicos para que puedas dirigir. La gerencia requiere, además de la experiencia, las aptitudes y actitudes del puesto. Si no sabes cómo se hace algo, cómo diablos exiges calidad y excelencia.


Déjame ganarme un lío…


Hay un grupito de hacedores de noticias que creen que por saber usar la pirámide invertida tienen que darle la llave del paraíso informativo y no. Ya no basta con saber escribir un lead porque estamos en una era donde prima la multimedia, las infografías, las composiciones, audios, hipervínculos, memes y múltiples plataformas que enriquecen el mensaje. Un carajito de 20 años te desplazó porque te quedaste en lo dura que fuiste antes de que él naciera, pero si no te actualizas no eres rentable, no funcionas baby.


Hay otra manada que se oxida en los sitios y ni el diablo los mueve. Tienen 30 años sentadas en la misma silla, haciendo lo mismo, con el mismo sueldo y oficio. Siempre se quejan de que no avanzan, pero no hacen nada para cambiarlo. Entonces te ven moverte, brincar y correr por todos lados y, más que motivarse, te critican por no ayudarles a subir. Tu miedo a salir de la zona de confort es lo que te tiene jodida, no culpes al mundo de tu vagancia que esa no te la cojo ni de gratis.


Para colmo, mandan fuego a los de arriba porque se olvidan de los de abajo. ¡Mireeee coñoooo! No es que se olvida de los de abajo, es que los puestos altos requieren mucha responsabilidad y estar atento a mil cosas que te dejan sin comer y sin pasar tiempo con tu familia. Además, el de arriba puede que te necesite para algo, pero si no haces nada para ser visible, no estarás en el lugar adecuado ni el momento adecuado. El que llegó no puede salir a buscarte, tienes que darte a notar con estrategia y resultados.


También están aquellos que se joden sus vidas y quieren joderte la tuya. Viven en una constante quejadera, martirio y pesadez como si no tuvieran suficiente sexo. La gente no debería ser así tan amargada y pesimista. Pero si lo fueran en su rincón me hago el loco, el lío es que cuando te acercas y sientes esa mala vibra, te cae una sal encima y todo comienza a dañarse. ¡Zafa!


Yo te digo con certeza: no te conformes con lo que fuiste ayer, procura ser competente hoy porque los resultados se miden en el presente. Y si por mano al diablo te cancelan, mira eso como una oportunidad de moverte y hacer algo mejor, te lo digo por experiencia.


No hay cama para tanta gente y si yo fuera a contratar a alguien busco competencias, el yo era me sabe a na’. Digo, ¿entendiste?