El youtuber del «caranchoa» rechaza indemnizar al repartidor que le abofeteó

El youtuber del «caranchoa» rechaza indemnizar al repartidor que le abofeteó

Alicante. El «youtuber» Sergio Soler, conocido como «Mr Granbomba» y dedicado a las bromas con cámara oculta, ha rechazado indemnizar al repartidor que le abofeteó por llamarle «caranchoa», tal y como éste le reclama al sentirse perjudicado por el uso de su imagen y los insultos que recibió por su parte en internet.

Así lo ha informado hoy Carlos Frígola, abogado del trabajador, Ricardo Osorio, al término de un acto de conciliación celebrado en el juzgado de Primera Instancia 2 de Alicante y que ha concluido sin acuerdo entre las partes.

El ‘youtuber’ ha estado representado en esta cita judicial por su procurador, quien ha expresado su disconformidad con las pretensiones del repartidor.

Este último fue condenado en marzo pasado a pagar 30 euros de multa como autor de un delito leve de lesiones por propinar una bofetada a ‘Mr Granbomba’ después de que éste le llamara «caranchoa» cuando grababa una de sus habituales bromas con cámara oculta. El fallo está recurrido por el youtuber ante la Audiencia de Alicante, ya que Soler reclama ser indemnizado por la agresión sufrida.

El vídeo del incidente se hizo viral en las redes sociales y, meses después, el juez impuso a Osorio la pena mínima por la agresión, una multa de 30 euros, al concluir que la víctima había asumido el riesgo de ser golpeado al «exponerse al resultado».

Esa sentencia, dictada por el juzgado de Instrucción 8 de Alicante, ha sido recurrida en apelación por el Sergio Soler ante la Audiencia Provincial.

Con posterioridad al juicio, el condenado, a través de su abogado, Carlos Frígola, anunció la interposición de una querella contra el ‘youtuber’ por dos delitos: uno contra el honor, la propia imagen y la intimidad, y otro por injurias y calumnias.

El repartidor reclama a Soler una indemnización todavía sin cuantificar pero equivalente al 50 % de los beneficios que obtuvo a partir de la difusión del vídeo, pues entiende que se ha lucrado con su imagen y la ha rentabilizado económicamente sin su consentimiento.