Los vecinos y los animales conviven con la polución de una cañada que despide olores pestilentes y contamina el entorno del Parque Zoológico Nacional (Zoodom), lo que provoca quejas de visitantes.

Esta situación obedece a que las lluvias arrastran la basura apilada por los vecinos, en espera de que la alcaldía recoja esos desperdicios. Además, en la cañada desemboca un desagüe pluvial y acoge los desechos que lanzan chóferes y transeúntes.

La problemática preocupa a la directora del Zoodom, Patricia Toribio, quien explica que el escollo radica en la recogida ineficiente de la basura y en la falta de conciencia por parte de residentes en los alrededores del parque, ubicado en el sector de Cristo Rey, en la capital.

“El problema es la zona donde está ubicado el parque. Aquí dentro siempre hay limpieza para que la basura no entre”, asegura.

Además, Toribio señala que el Zoodom tenía barreras para detener la basura arrastrada por las lluvias, pero decidieron quitarlas debido al gran volumen de desperdicios que llegaba hasta allí.

Además, frente al lugar hay una rotonda donde se observan decenas de chóferes que lanzan desperdicios a la cañada.

Según la directora de la entidad, hay brigadas que limpian el espacio recreativo para evitar la polución que viene del exterior.

Sin embargo, esos esfuerzos no han sido suficientes para corregir el problema, debido a la falta de contenedores para que los lugareños puedan depositar sus desechos.
“Nosotros lo que podemos hacer es limpiar el área del zoológico, pero no podemos limpiar más allá, porque tendríamos que tener brigadas para eso y nosotros no tenemos presupuesto para eso”, apunta.

Toribio recordó que hace unos meses el vertido de desechos fue tan amplio que tumbó una de las puertas de acceso al parque.

No obstante, aunque repusieron la puerta, tuvieron que retirar las barreras que contenían los vertidos. Dijo que encamina una iniciativa con el alcalde David Collado y con Medio Ambiente, para resolver el problema.