Elección de Ahmadinejad abre incertidumbre
en tema nuclear

Elección de Ahmadinejad abre incertidumbre <BR>en tema nuclear

DE LOS SERVICIOS DE HOY
TEHERAN.- La elección a la presidencia de Irán del ultraconservador Mahmud Ahmadinejad abre un período de gran incertidumbre para las delicadas negociaciones con la Unión Europea (UE) sobre el tema nuclear, según fuentes diplomáticas. Alemania, Francia y Gran Bretaña, que intentan conjuntamente convencer a Irán de que suspenda sus actividades nucleares más cuestionadas, reiteraron inmediatamente su esperanza de que las negociaciones continúen.

El Reino Unido espera que Irán tomará «medidas rápidas para responder a los temores de la comunidad internacional sobre su programa nuclear», declaró el sábado el canciller británico, Jack Straw.

Rusia, que participa en la construcción se la central nuclear iraní de Buchehr (sur), dijo estar dispuesta a «continuar la cooperación con Irán en el área de la energía nuclear, teniendo en cuenta sus obligaciones internacionales en materia de no proliferación».

Las autoridades iraníes habían explicado que una victoria de Ahmadinejad sobre el moderado Akbar Hachemi Rafsanyani no cambiaría nada, ya que «las decisiones sobre la cuestión nuclear se toman de manera colegiada al más alto nivel del Estado».

Pero muchos diplomáticos occidentales creen que las cosas hubieran sido distintas con una victoria del candidato moderado.

«Creo que Rafsanyani quería un acuerdo (…) Creo realmente que él ansiaba pasar a la historia como el hombre que resolvió el problema (de Irán) con Estados Unidos», afirmó un diplomático occidental que solicitó anonimato.

Rafsanyani «hubiera utilizado la disputa nuclear para regatear. Eso hubiera llevado mucho tiempo, pero había una verdadera posibilidad de éxito», agregó.

Oficialmente, no había diferencias entre la postura de Ahmadinejad respecto a la cuestión nuclear y la de Rafsanyani: ambos defienden el derecho de Irán a enriquecer uranio para usos civiles y aseguran que la República Islámica no busca tener armas atómicas.

Pero un ataque del nuevo presidente contra los negociadores nucleares iraníes, cercanos a Rafsanyani, mostró que esta unanimidad era sólo una fachada.

«Quienes conducen las negociaciones son espantosos, e incluso antes de sentarse a la mesa de diálogo, dieron una marcha atrás de 500 kilómetros», afirmó Ahmadinejad, quien aseguró que «con un gobierno popular y fiel a los valores (islámicos), la situación cambiará rápidamente».

Y mientras Rafsanyani había abierto la puerta a una normalización de las relaciones con Estados Unidos, Ahmadinejad optó por la vieja retórica sobre los «enemigos» extranjeros.

«La derrota de Rafsanyani abre una era de incertidumbre. Las negociaciones llegaban a un punto crítico, pero con Rafsanyani sabíamos dónde estábamos parados. Confiábamos en la voluntad iraní de alcanzar un acuerdo a cambio de un buen precio. Ahora, soy pesimista», afirmó un diplomático extranjero cercano a las negociaciones.

Occidente presiona a Irán para que renuncie al enriquecimiento de uranio, que puede tener usos civiles, pero también militares.

A fines de mayo los negociadores evitaron por poco la ruptura de las negociaciones. Los europeos habían convencido a Teherán de que mantuviera la suspensión de sus actividades sensibles hasta fines de julio, fecha en que la troika debía presentar a los iraníes proyectos de cooperación.

«Nuestra posición sigue siendo la misma: nada de enriquecimiento», advirtió un diplomático europeo. «Si no, el tema pasará al Consejo de Seguridad de la ONU. Son los iraníes quienes deciden».

Por ahora, Estados Unidos dice apoyar las negociaciones con la UE, pero si fracasan planean llevar el tema al Consejo de Seguridad.

Países islámicos saludan triunfo

Gobiernos de países islámicos y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, felicitaron al nuevo presidente electo de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, un representante de la línea dura, en tanto Estados Unidos y Gran Bretaña dijeron que las elecciones no cumplieron con su propósito de dar a los iraníes una verdadera opción para su futuro.

«El pueblo de Irán debe ser felicitado por el tremendo apoyo y entusiasmo que ha demostrado por el proceso electoral democrático», dijo el vocero del ministerio de relaciones exteriores de Indonesia, Marty Natalegawa.

Indonesia es el país islámico más populoso del planeta.

El presidente de Rusia Vladimir Putin felicitó a Ahmadinejad, y ofreció continuar la cooperación nuclear una vez Rusia concluya la construcción de un reactor en la ciudad portuaria iraní de Bushehr.

En Washington, la vocera del Departamento de Estado Joanne Moore dijo que los resultados no cambiarán el punto de vista del gobierno sobre Irán. Señaló que los comicios habían estado viciados pues las autoridades electorales habían rechazado a docenas de candidatos, especialmente mujeres.

Moore dijo que Irán «no marcha al compás con el resto de la región en materia de libertad». Citó como ejemplos de elecciones limpias las de «Irak, Afganistán y el Líbano».

También el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jack Straw, criticó los comicios.

«Para que el pueblo iraní hubiese tenido una plena y libre elección sobre el futuro de su país, tendría que haber estado en condiciones de votar por candidatos de toda la gama política, no sólo por los candidatos seleccionados para ellos», señaló Straw.

El vocero de la cancillería nipona, Hatsuhisa Takashima, pidió al nuevo presidente iraní que analice «los vínculos» de su país «con la sociedad internacional a fin de lidiar con asuntos nucleares y otras cuestiones políticas».

Entre tanto, en Pakistán, Komaruddin Hidayat, un experto en cuestiones islámicas, atribuyó la victoria del candidato de línea dura a la indignación iraní por la política exterior de Estados Unidos.

«Estados Unidos ha puesto al Islam contra una esquina», dijo Hidayat. «Estados Unidos atacó a Irak basándose en premisas falsas, tal como lo hizo en Afganistán. Eso ha dado a los conservadores la posibilidad de obtener el poder en algunos países islámicos», indicó.

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