Elección Insulza tensa nexos entre Perú-Bolivia

Elección Insulza tensa nexos entre Perú-Bolivia

LIMA (AFP).- La elección del ministro del Interior de Chile, José Miguel Insulza, como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) dejó en evidencia las tensiones regionales latentes entre ese país y Perú y Bolivia.

   El lunes el canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, y el embajador peruano Alberto Borea expresaron ante el plenario de la OEA -reunido en Washington para elegir al nuevo secretario general de la entidad- el profundo malestar que les generaba el que ese cargo recayera en el chileno Insulza.

   Siles, siguiendo una constante de la diplomacia boliviana, aprovechó el foro para reiterar el reclamo de su país con Chile por 120.000 km2 y 400 kilómetros de costa marina perdido durante la guerra del Pacífico en 1879

   «Razones históricas nos impiden sumarnos hoy a la eventual mayoría que ha surgido en torno a la candidatura a la secretaría general del señor José Miguel Insulza», dijo el canciller Siles.

   La oposición del gobierno de Lima, expresada por Borea, fue aún más dura y expresó el malestar por un tema coyuntural: la supuesta venta de armas de Chile a Ecuador en 1995 en momentos en que este país sostenía un conflicto con Perú.

   Más tarde, el presidente Alejandro Toledo expresó que su país no votó por Insulza por una cuestión de «dignidad».

   De hecho el ambiente previo a la elección de Insulza se había enrarecido cuando Perú envió una nota de «protesta y extrañeza» por lo que considera una comprobación de que esas armas sí fueron vendidas.

   Esa nota fue respondida por Chile -pocas horas después de la elección de Insulza- mediante un documento aún no publicado.

   Sin embargo una fuente de la cancillería en Santiago dio algunas pistas, al indicar que «la respuesta chilena matizará lo que ha sido un planteamiento público, en el sentido de que estos hechos ocurrieron hace diez años y que fueron oportunamente aclarados en su oportunidad y que ambos gobiernos, en su momento, dieron por superado».

   De cualquier manera en Santiago existe el malestar por el hecho de que Perú haya enviado su nota de protesta justo en vísperas de la elección de Insulza y que haya utilizado el foro de la OEA para ventilar un caso bilateral, como es de las armas.

   En Lima existe la percepción de que la elección de Insulza fue un fracaso de la diplomacia peruana y que el proceso se ha manejado con torpezas.

   Para el internacionalista Fabián Novak, «hemos visto un deterioro progresivo de las relaciones entre Perú y Chile que nos está llevando a un callejón sin salida porque el punto ha llegado a tal extremo que se han utilizado epítetos y adjetivos, por lo que va a ser muy difícil poner paños fríos en esta relación».

   Dijo que si bien es legítimo que Perú proteste si considera que hay nuevos indicios en el caso de las armas «lo cierto es que la oportunidad que se escogió, días antes de la elección del secretario general de la OEA, y la forma en la que se hizo, mediante un comunicado de la cancillería hecho público sin que llegara antes a Chile, no fueran las adecuadas».

   También es la sensación de Michael Shifter, vicepresidente del Diálogo Interamericano en Washington, quien dijo este martes que no pensaba que «Perú haya ganado mucho con la nota amarga en el discurso» de Borea.

   De cualquier manera, Insulza reconoció las dificultades planteadas, por lo que se apresuró a señalar que en su nueva función tendrá una posición de neutralidad.

   «Quiero asegurarle a mis hermanos bolivianos que en mis acciones como secretario general nunca haré nada objetiva o subjetivamente que pueda perjudicar sus intereses», prometió Insulza en su discurso de aceptación ante el pleno de la OEA el lunes.

    «La idea mía es conciliar dentro del Consejo permanente las posiciones de los países miembros (…) pero en caso alguno tomar partido», señaló.

   Y sobre el tema peruano dijo que sería el gobierno chileno el encargado de responder.

 

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