Otra vez Colombia convoca. De nuevo la cita para el deslumbramiento ante la enormidad y la diversidad de un país signado por la violencia y por el empeño continuo, constante, para conjurarla. Colombia, invencible, con sus elites y su gleba, sus dos océanos y sus cumbres. Nariño y Bolívar, su Nobel y Macondo, Ester Forero y Francisco el Hombre, Héctor Vallejo y Abad Faciolince. En ese enorme territorio con su población multicultural, belleza y hospitalidad, el pasado 27 de octubre fueron celebradas las primeras elecciones regionales, luego de la firma del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC-.La Unión Interamericana de Organismos Electorales -UNIORE-, a través de la eficiente Secretaría Ejecutiva, a cargo del Centro de Asesoría y Promoción Electoral -CAPEL- dependencia del Instituto Interamericano de Derechos Humanos-IIDH-, con la presteza que le caracteriza y el compromiso con el devenir electoral en la región,organizó la Misión de Observación Electoral,aceptada y regulada por la Registraduría Nacional del Estado Civil-RNEC- y el Consejo Nacional Electoral-CNE-. Representantes de los órganos electorales de 13 países de Centro, Suramérica y el Caribe, iniciaron sus labores el día 24 hasta concluir con la presentación de los informes correspondientes y la evaluación pertinente del inicio, desarrollo y conclusión de las elecciones.
El día de las votaciones fue precedido por conferencias, talleres, intercambios, con los magistrados que integran el CNE, con el equipo de la RNE, con académicos, exfuncionarios, representantes de organizaciones de la sociedad civil.La jornada incluyó un desayuno con el presidente Iván Duque en el Palacio de Nariño, con la presencia de la ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez Castañeda, Juan Carlos Galindo Vacha, Registrador Nacional y Hernán Penagos Giraldo, presidente del CNE.
El padrón de electores, avalado por la Registraduría Nacional del Estado Civil-RNEC- tiene 36.602.752 de colombianos, aptos para votar. Las plazas con mayor número de electores son: Bogotá con 5.846.423de personas hábiles para votar, Antioquia con 4.867.105 votantes, y Valle del Cauca con 3.580.773.
La RNEC es la encargada de “dirigir y organizar las elecciones, adoptar las políticas de registro civil, tener a su cargo la identificación de todos los colombianos y proteger el ejercicio del derecho al sufragio y la identificación de las personas.” Es una entidad con excelentes credenciales, disfruta de prestigio nacional y reconocimiento fuera del territorio, igual que la gestión del Registrador.
117 822 candidatos aspiraban a que sus nombres quedaran entre los escogidos para ocupar 1.101 alcaldías, 32 gobernaciones, 418 curules, también disputaban para ser concejales -12.063- y ediles – 6.814 -. El proceso fue organizado y vigilado de manera meticulosa por el Registrador. Del mismo modo, el presidente del CNE estuvo pendiente de cada detalle durante el decurso de un proceso que arriesgaba mucho.
Las expectativas en torno al desempeño de la FARC no fueron satisfechas. Algunos auguraban un desborde a favor de las candidaturas presentadas, otros apostaban a lo ocurrido. El movimiento insurgente, convertido en partido político con las mismas siglas, pero con diferente significado, compitió en catorce localidades. La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común-FARC- demostró que carece de militantes suficientes, para conseguir respaldo en las urnas. De 308 candidaturas, apenas unos concejales fueron beneficiados, un alcalde en Guapí y “el cantante de las FARC” Guillermo Enrique Torres Cuetero, logró la alcaldía de Turbaco, pero no fue postulado por la FARC, sino por una coalición de partidos.
Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral de Colombia, ratifica, con cifras, la presencia de la violencia durante la campaña y su secuela de asesinatos. A pesar del fantasma de la violencia que se apodera de algunas regiones, “sin posibilidad de control estatal”, Juan Carlos Galindo Vacha declaró, al concluir las votaciones, que “han sido las elecciones territoriales más pacíficas de los últimos años.»
Colombia tiene sus pendientes,tiene enormes desafíos y extraordinarias conquistas. El 27 de octubre marca un nuevo ciclo. Después de ese día,Bogotá no será la misma ni Colombia será igual.