Elecciones en Venezuela Rosales,
el opositor que desafió a Chávez

<p>Elecciones en Venezuela Rosales,<br/>el opositor que desafió a Chávez</p>

CARACAS, (AFP) – Manuel Rosales, el líder opositor más exitoso en Venezuela, que ha derrotado dos veces a los candidatos del gobierno en el petrolero estado Zulia, se atrevió a la titánica tarea de unir a los adversarios de Hugo Chávez y disputarle a contrarreloj la presidencia en las elecciones de este domingo.

“Él (Chávez) tenía ocho años jugando solo en el terreno. Estamos haciendo el trabajo de un año en tres meses, pero él viene bajando y yo voy subiendo (en las encuestas)”, dijo Rosales.

Rosales, un hombre del pueblo de 53 años desprovisto del carisma de su contrincante pero que apela a un liderazgo forjado desde la base, recorrió el país con el mismo ímpetu incansable de Chávez.

El líder opositor se hizo acompañar de su esposa y su bebé, reforzando una imagen familiar que está ausente en Chávez, quien se divorció durante su mandato.

Con 10 hijos en segundas nupcias, Rosales comenzó su larga carrera política como concejal en 1979 y en 1983 fue diputado a la Asamblea Legislativa estatal por el partido socialdemócrata Acción Democrática (AD).

En 1995, ya escindido de la vieja AD, ganó la alcaldía de la ciudad petrolera Maracaibo con su partido Un Nuevo Tiempo (UNT) donde se formó una imagen de gerente y hombre fiel a su región, en un país donde los políticos actúan básicamente desde la capital.

Su alejamiento de los partidos tradicionales le permitió mantenerse a flote cuando éstos sucumbieron al huracán chavista a finales de 1998.

Con esa imagen derrotó al candidato de Chávez a la gobernación del estado Zulia en los comicios de julio de 2000, en los que Chávez logró relegitimar su gobierno en base a la nueva Constitución.

A contracorriente de la oposición, que venía de derrota en derrota, Rosales fue reelegido en octubre de 2004 venciendo de nuevo al candidato chavista, dos meses después de que el presidente ganara con 59% de los votos un referendo auspiciado por sus adversarios para tratar de sacarlo del poder.

Rosales fue designado candidato de la mayoría de los partidos opositores el 9 de agosto, en un parto unitario que implicó la declinación de otros dos aspirantes de peso. Maestro, como el padre de Chávez, Rosales buscó en su campaña no sólo el voto opositor sino conquistar el sufragio de por lo menos una parte de la mayoría pobre -ampliamente chavista- que le posibilite entrar al Palacio de Miraflores.

Prometió distribuir más equitativamente la renta petrolera a través de una tarjeta de débito que llamó “Mi Negra” con la que se beneficiaría alrededor de dos millones de venezolanos sin empleo con entre 279 y 465 dólares mensuales.

“Mi Negra será mi primer decreto”, prometió el candidato en una oferta directa frente a las Misiones o programas sociales que Chávez implementa desde mayo de 2003 y a las que Rosales acusa de discriminatorias.

Además de productor de petróleo, Zulia es un estado ganadero con las mejores tierras para el cultivo, una rica cultura autóctona y un fuerte regionalismo.

En su discurso de campaña Rosales ataca tanto al gobierno como a la línea abstencionista de muchos opositores, que se impuso y hasta lo arrastró en las elecciones legislativas de diciembre de 2005, dejando la Asamblea Nacional a los oficialistas.

Con sus seguidores coreando su consigna “atrévete”, un Rosales decidido aunque visiblemente nervioso, visitó en los primeros días de campaña barrios pobres del oeste caraqueño, considerados enclaves chavistas.

Esas visitas, que desataron algunas escaramuzas, rompieron el mito de esas fortalezas chavistas y normalizaron la campaña política.

Rosales se define como socialdemócrata, asegura que impulsará la unidad nacional, la defensa de las instituciones tradicionales, la propiedad privada y la justicia social, y sobre todo conjurar el fantasma del comunismo al estilo cubano, que según las encuestas rechaza el 80% de la población.

Hombre parco y de corta oratoria, tiene otro flanco débil destacado por el gobierno, como es la firma que estampó en el decreto que disolvió los poderes en el golpe que sacó a Chávez del poder por 47 horas en abril de 2002.

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