Categórica ha sido la virtual certificación emitida ayer por la División de Informática de la Junta Central Electoral a cargo de la compleja misión de auspiciar comicios justos y de calidad: «todo está solucionado», dijo el director departamental tras la detección durante ensayos evaluadores de fallas y debilidades de los equipos de escaneo, digitalización, impresión y transmisión.

Demostrado que es factible corregirlos preventivamente y preservarlos bajo vigilante supervisión técnica de la que deben ser testigos delegados de los partidos políticos y, mejor aún, de sectores legítimos y acreditados de la sociedad también preocupados porque el pueblo dominicano puede expresar con absoluta libertad, y sin ser víctima de engaños, sus preferencias por candidatos de las cercanas lizas.

Será de particular importancia la atestiguación fría, objetiva y distanciada de los ímpetus que suelen embargar a participantes en frenéticas búsquedas de aceptación ciudadana.

Como en las guerras de puro fuego y pólvora, en las de pronunciamientos de encendida unilateralidad para ascender o retener el poder la verdad suele correr peligro y ser la primera baja.

Para que este país sobreviva en paz e institucionalmente ileso de una confrontación entre empeñosos triunfalismos creadores de condiciones para no admitir resultados tras previo descrédito, será necesario que el proceso sea correcto y que nadie consiga, sin fundamento, hacer creer lo contrario.

Es palpable que la opinión pública está alerta ante cualquier eventual distorsión.

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