La abstención electoral del pasado domingo se proyecta como una de las más alta en alrededor de 48% de los votantes que no acudieron a ejercer el sufragio pese que eran presidenciales y congresuales. Con más del 90% de los resultados computados la participación era de un 52%.
Para las elecciones municipales de marzo, la participación de los votantes fue de 49.13% para una abstención de 50.87%.
Para las pasadas del domingo estaban habilitados 7,529,942 ciudadanos.
La baja participación electoral era uno de los vaticinios de las pasadas elecciones debido a la pandemia del coronavirus y que provocó la reprogramación de las elecciones que debieron celebrarse el 17 de mayo.
Según estadísticas de la junta Central Electoral (JCE) la abstención más alta sucedieron en las elecciones presidenciales y congresuales del 1990 cuando fue de 40%. Mientras que la más baja fue en el 1994 cuando se ubicó en 18%.
En el año 1962 fue de 34%; en el 1966 de 24% y el 1970 de 36%.
En tanto que en el 1974 la abstención fue de 28; en 1978 de 22%; en el 1982 de 28% y en el 1986 de 31%.
Mientras que en 1996 fue de 21%; en 2000 de 24%; en el 2004 de 27%; en el 2008 de 29%; en el 2012 de 28% y en el 2016 de 30%.
La mayoría de los eventos electorales del país se celebran para los tres niveles, pero habido ocasiones que ha sido para solo para escoger legisladores y alcaldes. Las del pasado 15 de marzo fueron únicamente para escoger alcalde, siendo la segunda ocasión que se realizó. La primera vez fue en 1968.