Hoy 
Los partidos y los dirigentes políticos son determinantes para mejorar o empeorar la calidad de los escrutinios electorales. Es bueno que esto se afirme a pocas horas de que los dominicanos celebren la fase de votación de unas elecciones que vienen preparándose desde hace meses. Un recorrido somero de las jornadas electorales de la República Dominicana permite darnos cuenta de la afirmación inicial de esta nota editorial. Los ciudadanos dominicanos siempre, desde 1962, han exhibido un comportamiento ejemplar en los recintos de votación. Han hecho sus filas, han esperado sus turnos y han sufragado. Hoy los ciudadanos y ciudadanas con capacidad para emitir su voto sobrepasan los ocho millones, y estamos seguros que quienes cumplirán con este deber sagrado están listos para, de manera ordenada y paciente, esperar su turno y votar. Cuando han ocurrido dificultades, en algunos comicios pasados, los protagonistas de las mismas han sido los dirigentes políticos, casi siempre candidatos, y sus partidos. Por eso, es importante que en estos momentos recordemos a las organizaciones, a sus liderazgos, y a los candidatos que de ellos depende, principalmente, la calidad de las elecciones que serán celebradas el domingo para escoger a los gobiernos municipales. Por lo tanto, deben cuidar de sus palabras y de su comportamiento. Las acciones violentas, por ejemplo, casi siempre empiezan por palabras o declaraciones encendidas, insinuantes, prejuiciadas y carentes de armonía. Pedimos a nuestros políticos y sus organizaciones que eviten caer ante la tentación de la palabra violenta. Cuando se presenten problemas o situaciones conflictivas, el consejo es recurrir a la denuncia u observación empeñada en la búsqueda de una solución, no en el conflicto.
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Es decir, centrarse en la búsqueda de una salida, y no enfocarse en el fallo o error. Si el liderazgo político del país y sus organizaciones, lo mismo que los candidatos a puestos municipales, asumen un comportamiento cónsono con la santidad del voto, estas elecciones ratificarán el deseo de los dominicanos de mejorar, en cada elección, la calidad de sus procesos comiciales. Este diario espera que así sea.
