Elegantes para recibir el Año Nuevo

Elegantes para recibir el Año Nuevo

POR ROSARIO TIFÁ
Tradicionalmente  diciembre es un mes de fiestas en las cuales nos empeñamos en lucir las mejores galas, especialmente para compartir en familia la cena de Nochebuena y  recibir el Año Nuevo.

Y  nos esmeramos aun más cuando   decidimos  recibir el nuevo año  fuera de casa, sea  en un centro de diversión o en  cualquier otro lugar.

Nuestro deseo es no pasar desapercibidos, por lo que nos empeñamos  en exhibir una figura elegante  con el traje y los accesorios indispensables  y en el caso de las mujeres, con un maquillaje adecuado, si es posible, espectacular.

Para los más presumidos y con disponibilidad de recursos económicos, hombres y mujeres, el “can” empieza  una semana antes del 31 de diciembre.

Los   hombres, que son más reservados, asumen ese comportamiento la tarde de ese día, iniciando  oficialmente el calentamiento con sus respectivos tragos que  muchos finalizan  con la salida del sol.

Aquellos que presumen de vestir bien se inclinan por una ropa casual  generalmente constituida por un pantalón en lino o jeans, con un poloshirt, camisa manga corta o chacabana  en colores alegres realzados con unos   mocasines o tenis de marca.

Una mirada al pasado

Generalmente el dominicano medio, carente de los recursos económicos  para satisfacer sus necesidades,  se veía antes imposibilitado de exhibir una prenda nueva. Los tiempos eran otros y no existía  como ahora el bombardeo de una publicidad invitando al consumo.

Solo aquellos que integraban la clase media podían disfrutar de ese privilegio, muchos “estrenaban” los domingos, para la celebración de sus cumpleaños y otras fechas conmemorativas como Año Nuevo y Día de Reyes.

 Esta  costumbre influenció tanto en el dominicano de esos tiempos que hasta las cábalas  surtieron sus efectos, como aquella de que estrenar un vestido o vestirse de amarillo en víspera de Año Nuevo traía  buena suerte.

Asimismo, se creía que era  signo de buena suerte realizar una limpieza profunda de la casa y sustituir  algunos de sus objetos por otros nuevos.

Se puede afirmar que esas costumbres pasaron a la historia producto de los cambios que se han producido en los últimos tiempos, con la introducción del  Internet, el  Tratado de Libre Comercio y otros adelantos que  han transformado la vida del dominicano, aunque muchos aún practican y creen en las antiguas tradiciones.

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