Hoy 
La secretaria de Educación, Alejandrina Germán, ha anunciado el propósito del Gobierno de eliminar el analfabetismo en el país antes del año 2010, es decir, dos años antes de la meta establecida por la Organización de las Naciones Unidas.
Por fantástico que parezca semejante propósito en un país que «produce» analfabetos, lograrlo sería perfectamente posible si se asume un criterio integracionista y se involucra en un programa intensivo a todas las fuerzas de la sociedad en capacidad de enseñar a leer y escribir.
En realidad el programa está en marcha y se denomina «Red Nacional de Alfabetización».
Hay 175 entidades dedicadas a la alfabetización y de la primera graduación del programa egresaron 350 alfabetizados, con propósitos de que en la segunda graduación los graduandos alcancen a 1,246.
En realidad la República Dominicana no debería tener analfabetos, y mucho menos continuar «fabricándolos».
Hay recursos humanos capacitados y fuentes que permitirían financiar un programa intensivo de alfabetización.
Lo único que ha faltado ha sido la voluntad de poner en marcha y sostener este tipo de programa lo suficiente como para rendir resultados. Lo que está funcionando ahora pudo haber funcionado antes y generar los multiplicadores necesarios para una expansión de los alcances del esfuerzo.
-II-
Pero hemos dicho que el país «fabrica» o «produce» analfabetos, y quiérase que no, esta es una verdad irrefutable.
Una sociedad que no le da a la educación primaria un carácter de obligatoriedad, es una sociedad que «fabrica» o «produce» analfabetos por cantidades incontables.
No hemos tenido noticia de referencia alguna a las causas por las cuales niños en edad escolar no asisten a las escuelas. Quizás existan estudios relacionados con este asunto, pero, o han sido poco divulgados o después de su realización no se dio a sus resultados el uso práctico pertinente.
Aquí se conoce mucho del alto índice de deserción escolar, pero hasta demostración en contrario no se ha hecho lo necesario para bajar estos índices.
Hay que establecer y tratar de eliminar no sólo el analfabetismo en adultos y niños, sino revertir las causas que impiden la asistencia primaria a la escuela, por parte de niños que una vez entrados en edad se dedican al trabajo informal y jamás se alfabetizan.
El anuncio de la secretaria de Educación es positivo porque está sustentado en hechos tangibles y tiene buenas proyecciones para el corto y mediano plazos.
Lo que falta es eliminar las causas que impiden que un niño en edad escolar tenga acceso al aula, a la enseñanza esencial que le permitiría asimilar conocimiento.
De alguna manera, y esa es una tarea de la Secretaría de Educación, hay que establecer marcos de obligatoriedad de la asistencia de los niños a la escuela a partir de determinada edad y por lo menos hasta que hayan aprendido a leer y escribir. Ese es un paso elemental para acabar con el analfabetismo.
