Elementos una
propuesta de calidad

Elementos una<BR>propuesta de calidad

El Ballet Clásico Nacional Dominicano presentó, en la Sala Máximo Avilés Blonda, el espectáculo “Elementos” en su temporada de primavera.

Los elementos de la naturaleza han sido motivo de inspiración de coreógrafos de todos los tiempos, siendo el primer ballet  registrado “Los Elementos”,  un divertimento estrenado en Londres en 1847, con coreografía y libreto de Jules Perrot y música de Bajetti. Intervinieron las grandes figuras de la época: Carlota Grissi, Fanny Cerrito y  Carolina Rosati. En 1936 Mijail Fokine estrena su versión en el Teatro Alhambra de Londres. Con la misma temática Guillermo Cordero hace algunos años estrenó aquí, su ballet “Los Elementos”.

Carlos Veitía  presentó la noche del viernes su versión, en la  que cada elemento es una entidad  que se expresa con lenguaje propio. La propuesta moderna, muy bien elaborada, se apoya en una elocuente y llamativa escenografía virtual que ambienta cada segmento.  En la  conceptualización  hay  riqueza creativa y originalidad,  que decanta la madurez del coreógrafo.  

Los elementos

“El agua”, fuente de vida,  lluvia, ríos, mar rugiente o plácido, se expresa, nos inunda con plenitud y gozo. Maikel Acosta y Valeria Melogno dialogan como gotas alegóricas. Su danza fluye hermosa y se desborda. Intervienen, además, Carla Chalas, Eva Martín, Rosa Horber, Adriana Pérez y Patricia Benavides. “El aire” es compromiso, la visión ecológica de Veitía, es parte de nuestra contemporaneidad. La escenografía grandilocuente, con chimeneas contaminando, el hombre recurre a las máscaras, en contraste, la felicidad, el aire puro, como fue concebido por el Creador. Los bailarines –Armando González, Elvis Guzmán, Miguel Lendor y Bryand Veitía– muestran destreza, actúan y proyectan el drama. Alba López y Julian  Garay –el aire puro– ejecutan un paso a dos de gran belleza.

“El fuego” arrasa, quema, destruye, pero también es fuente de vida. Enérgica y atractiva coreografía. “La tierra”, pródiga, madre tierra, acoge a todos, es principio y fin.  La alegoría escenográfica impacta, la expresividad corporal convence. María Raquel García monopoliza la escena.

Víctor Ramírez

Presentó “14: 52 …vidas pasadas” La hora es sólo el tiempo de duración; la  propuesta  tierna, humana y hermosa, es un canto a la vida y sus consecuencias, vivir hoy porque no hay regreso, sólo añoranza por lo que fue o no fue. Víctor Ramírez posee su código, un lenguaje que elabora con fluidez; hay en su danza estilo, un sello que lo define y una búsqueda  constante de formas hasta alcanzar  la satisfacción plena.

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Detalles

Otra pieza y consideraciones

“Al  poeta y la poesía”. En una dialéctica de vida y arte se unen Mercedes Morales y Víctor Ramírez,  y al unirse en una danza febril y tierna, emerge la poesía. La música de Gismondi, Garbarek y Haden, motiva la creatividad de la danza. La música de nuestros compositores, De Marchena, Rivera y Landestoy, inspira  a Veitía en su pieza “Con el Tiempo”. La belleza neoclásica de la coreografía es un canto de amor. Los paso a dos, solos, y los ensambles de gran plasticidad, encantan, enternecen.

Urge que en el Ballet Clásico  incorporen  nuevas bailarinas dominicanas para darle sentido a lo nacional.

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