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Los familiares del joven de 14 años cuya querella de abuso sexual en contra el sacerdote Domingo Aurelio Espinal fue desestimada por la Procuraduría General de la República, interpusieron ayer una nueva querella contra el religioso y se constituyeron en parte civil por ante la oficina Coordinadora de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional.
En la instancia, depositada por Tirso Reynaldo Veloz Peña y Kelvin de Jesús Veloz Peña, a través de su abogado Tomás Castro, los querellantes solicitan que el caso sea enviado a un juez de instrucción.
De acuerdo con la querella, el menor de 14 años, al ser sometido el 13 de agosto del 2003 a un examen psicológico, declaró que el reverendo alegadamente lo había besado en la boca, le agarraba el pene, lo masturbaba y que llegó a entrarle el pene en el ano.
El sacerdote fue acusado de violar los artículos 330 y 331 del Código Penal, en perjuicio del joven de 14 años.
[b]HABLA TOMÁS CASTRO[/b]
En declaraciones el doctor Castro dijo ayer que ahora es el momento de que el Estatuto del Ministerio Público sea definitivamente aprobado y de quitarle esa «vocación politiquera» de tomar decisiones judiciales en favor de las conveniencias políticas de las personas que están en el poder.
«El padre Domingo es un oficial de las Fuerzas Armadas, es del PPH (Proyecto Presidencial Hipólito), amigo personal del Presidente de la República y de personas allegadas al Presidente», dijo Castro.
Al ser preguntado sobre la decisión de la Procuraduría General de la República, que entre otras cosas, exculpa al sacerdote Espinal de los cargos que se le imputaban, Castro añadió que cuando el Ministerio Público es manejado por intereses políticos la justicia anda muy mal».
Aclaró que no quiere «cargarle el dado» a la magistrada Elisa Sánchez, encargada del Departamento de Familia y Menores de la Procuraduría, porque la decisión sobre el caso del padre Espinal fue tomada por el procurador general de la República.
Sostuvo que lo de la fecha de la violación, como alega el Ministerio Público es intrascendente, porque pudo o no pudo haber sido exactamente en esa fecha, mucho más si el menor dijo que no fue sólo una vez.
