El tráfico ilícito de drogas, mercancías diversas y de indocumentados, así como la evasión de impuestos aduanales son las emergencias más complejas que se presentan en la provincia fronteriza de Elías Piña.

Así se plantea en la investigación “Fragilidad, resilencia, desarrollo e inversión de la zona fronteriza” (Fredi) del Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Instituto Superior para la Defensa del Ministerio de la Defensa.

Señala que Elías Piña tiene la frontera de mayor extensión con 154.4 kilómetros y muchos puntos de baja vigilancia, lo cual la hace de gran porosidad.

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Agrega que tiene una configuración geográfica irregular (tipo uña) y existe una gran demanda de productos de la población haitiana que es muy extensa alrededor de los cruces oficiales en Sabana Cruz, en Bánica y Cañada Miguel en Hondo Valle.

El tráfico de drogas se considera el de mayor volumen en la zona fronteriza. A de nivel de microtráfico se distribuyen marihuana, cocaína y crack en diferentes puntos clandestinos en sectores marginados como son Galindo, Cerro del Chivo, La Gallera y Mingo el Barraco, entre otros.

En cuanto al narcotráfico, mayormente de marihuana, que es transportada desde Haití, tanto a pie como en animales por pasos clandestinos como la zona de El Valle, Guanito, Pinzón, Margarita, Macasías y La Patilla. Luego en territorio dominicano la trasladan en diferentes vehículos ocultas en cargamentos de maní, hojas de tabaco, sacos de guandules, entre otros.

El pago con especie ha resultado muy desfavorable en Elías Piñas, ya que los narcos locales empujan la droga a la población para colectar su paga, lo cual ha incrementado el uso de drogas en la juventud, refiere la investigación.

Mercancías

Con relación al tráfico ilícito de mercancías, principalmente se da con cigarrillos, bebidas alcohólicas, pacas de ropa, materiales de construcción y comestibles. “Estas operaciones se distinguen por sus volúmenes considerables y su paso sin el debido pago de los impuestos aduanales correspondiente”, indica el informe.

Agrega que en cuanto a los materiales de construcción y los comestibles, algunos comerciante se benefician de la Ley 8-90 que reduce el pago de aranceles a mercancías con destino a Haití y algunos comercian una parte de los productos y otra parte la venden a comerciantes dominicanos a pecios más bajos, afectando al comercio local y al Estado por el no pago de impuestos.