Elías Wessin Chávez, ante una infamia

Elías Wessin Chávez, ante una infamia

Mueve a preocupación el manejo temerario que el Ministerio Público le ha dado a la política anti-corrupción. En nombre de ese flagelo se ha creado todo un ambiente cirquense al estilo romano, donde a diario hay que arrojar a alguien a la arena como forma de mantener los aplausos de una gradería carnavalesca que sin el menor de los razonamientos pide sangre.

 En ese circo, la honra y la presunción de inocencia y sobre todo el respeto a las reputaciones ganadas en base  a un accionar de vida en el ejercicio público se exponen al peor de los vituperios. El Ministerio Público está llamado a fundamentar y valorar los elementos que puedan sustentar una acusación, sobre todo donde por medio está un líder político que por toda una vida se ha distinguido por la honradez y el fiel cumplimiento de sus responsabilidades.

 Es el caso de Elías Wessin Chávez, ex-administrador de Bienes Nacionales, contra quien el procurador general presentó una acusación cuestionable, sustentada en dos controversiales auditorías de la Cámara de Cuentas, cuya titular según documentos fehacientes mantenía una controversia con Wessin Chávez  por el valor de unos terrenos familiares que éste se negaba a  valorar a una tasa exorbitante; sólo ese hecho malea y le resta credibilidad al experticio.

 Nos preguntamos, por qué el procurador ante este conflicto de intereses no autorizó una nueva auditoría realizada por una firma de auditores independientes que presentara un estudio libre de contaminaciones; por el contrario, éste se presta a enviar a un tribunal un mamotreto producto de una retaliación contra un hombre de amplio historial de honestidad y guardián del testamento moral de su padre, un patriota (para nosotros los moderados de la franja ideológica dominicana), y cuyas dotes morales le dejó por herencia.

 El procurador se excede y por medio de una actuación ligera pretende desconsiderar y minar la moral de  un activo político de primer orden, presidente de un partido político con 46 años de fundado, un funcionario con vasta formación profesional y ética, que aportó electoralmente una de las “patas de la silla” donde se sienta el procurador, siendo el tercer aliado que más aportó al triunfo del PLD.

El pueblo debe estar atento a estos acontecimientos, los que conocemos a Eliíta y analizamos la acusación que el procurador envió al tribunal, veremos cómo la verdad florecerá y la pulcritud del manejo de los fondos públicos por Wessin Chávez se reafirmará. El país sabrá de qué lado están los corruptos y quienes utilizan las instituciones para  fines particulares como nos parece que lo hace el procurador, quien cual vedetto danza al son de unas aspiraciones que pretende cimentar en una eficiencia tuerta y selectiva, intentando lacerar conductas labradas por toda una vida de acciones ejemplares.

Eliíta puede estar tranquilo, sus amigos sabemos de su hombría de bien, su honestidad y transparencia, no es verdad que una acción temeraria, motivada por la inquina y la mediocridad logrará mellar su brillante  futuro político.

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