POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El siquiatra y sociólogo Nelson Moreno Ceballos fue elegido ayer presidente de la Academia de Ciencias de la República, en unas reñidas elecciones donde se tardaron cerca de cuatro horas para contar 89 votos.

Ceballos obtuvo 31 votos, seguido de Renato Rimoli, de la plancha 2, con 28 sufragios y de Mario Bonetti, presidente de la Academia, con 25. Cuatro votos fueron declarados nulos.

 Bonetti tenía tres períodos seguidos (12 años) al frente de la institución.

La plancha ganadora está integrada, además de Ceballos, por Milcíades Mejía, director del Jardín Botánico, vicepresidente; Osiris de León, Antonio Thomén, Irene Pérez Guerra, Roberto Cassá y José Chez Checo, presidente de la Academia de Historia.

La discusión más extensa se produjo sobre si la geógrafa Amparo Chantada tenía derecho a ejercer el sufragio.

Ceballos argumentaba que sí, mientras que Rimoli y Bonetti decían que ella había renunciado de la Academia. El voto fue anulado.

En prevención de desórdenes, un grupo de policías fue colocado al frente de la institución, localizada en la calle Las Damas. La mayoría de los académicos votó antes del mediodía.

Las más agrias discusiones se produjeron entre el presidente de la Academia y Rimoli, quienes estaban sentados uno al lado de otro frente a los miembros de la comisión electoral.

El proceso de conteo de los votos fue tan largo que Mejía y González Tirado “echaron una pavita» mientras escuchaban las argumentaciones de los candidatos de las tres planchas.

La comisión electoral estuvo conformada por Tirso Mejía Ricart, Rafael González Tirado y Fernando Morbán, y en representación de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, el subsecretario Plácido Gómez Ramírez.

A las 1:35 de la tarde, Bonetti le comentaba a Carlisle González que se había producido «un golpe de estado incruento» para sacarlo de la Academia, llevando a personas que tenían 20 y 30 años que no visitan la institución.

El padrón elaborado por Bonetti tenía 67 miembros, de los cuales votaron 63 y el resto votaron por delegación u observado.

Cuando votaba Darío Tejeda, Bonetti, vestido de blanco y con zapatos de color marrón y blanco, se apersonó al área donde se votaba, pues estaba metido en su oficina, y vociferó que «esa persona nunca ha sido miembro de la academia, ni siquiera candidato fue». El voto de Tejeda, funcionario de la secretaría de Cultura, también fue anulado.

El atraso mayor en el conteo de los sufragios se produjo con los votos observados, a tal punto que González Tirado dijo que “no podemos meter demasiado desbordamiento personal».

 Se produjeron “batallas” verbales entre Bonetti, Ceballos y Rimoli, sobre quiénes debían ser miembros de la academia.

Antes de que se declarara a Moreno Ceballos como ganador, Bonetti le dijo: «Ganaste con los muertos resucitados. Gáname decentemente».

 Moreno Ceballos será juramentado como nuevo presidente de la Academia de Ciencias, el próximo día 29.

GANADORES Y PERDEDORES

Ceballos dijo que el respaldo de los académicos respondía a la intención de transformar la Academia de Ciencias, lo que implica una gran responsabilidad que asumirá sin retaliación y con las mayores intenciones de contribuir al desarrollo.

Expresó que buscará la institucionalización de la Academia y que tiene una propuesta de integración con todos sus miembros.

Indicó que la abrirá a la democracia, la participación y la integración de sus miembros y que uno de los cambios estatutarios será la reelección.

También hablaron Mejía Ricart, González Tirado y el representante de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

De su lado, Bonetti dijo que de la manera que ha ganado la plancha de Ceballos no podría felicitarlo, ni declarar que ha sido de la manera más honorable.

«Vean ustedes que se resucitaron cadáveres que tenían más de 20 años que no pasaban por aquí. Para salir del aprieto en que quedamos se eligió ese procedimiento. Eso no es honorable. Ahí se nombraron personas que tuvieron ese tiempo y no tenían ninguna actividad ni presencia en la academia», dijo.

Tras reiterar que eso no fue honesto, dijo que llegó gente que fue a votar simplemente para combatir a un candidato “a mí, en este caso” y que los resucitaron para eso.

El presidente de la Academia de Ciencias dijo que fue muy laxa la permisión para que cualquiera pudiera ir a votar.

 «¿Cómo es posible que se cuente como miembro de una institución científica a una persona que aparecía en los listados de los anuarios hace 25 años?», se preguntó.

Explicó que por esa razón no ha sido honrosa la proclamación de una plancha ganadora.