AP.NUEVA YORK. Tiger    Woods fue elegido ayer como el Atleta de la Década  en golf en una consulta entre los miembros de The Associated Press en Estados Unidos, una votación en la que pesaron más sus 10 años de dominio deportivo que las casi tres semanas de titulares escandalosos.

   Al igual que muchas de sus victorias, la ventaja fue abrumadora.    Woods recibió 56 de los 142 votos emitidos desde el mes pasado por los editores de las organizaciones estadounidenses que integran la AP. Más de la mitad de las papeletas fueron entregadas después de su accidente automovilístico del 27 de noviembre que puso en marcha las revelaciones de infidelidades.

   Lance Armstrong, un sobreviviente al cáncer que ganó el Tour de Francia en seis ocasiones esta década, culminó segundo con 33 votos, seguido con 25 por el tenista Roger Federer, ganador de más títulos de Grand Slam que cualquier otro hombre.

   Woods ganó más títulos de la PGA en una década que lo que todos menos cuatro de los mejores golfistas de la historia ganaron en todas sus carreras.

   El nadador Michael Phelps culminó cuarto con 13 votos, seguido por el quarterback Tom Brady, de los Patriots de Nueva Inglaterra (6), y el velocista Usain Bolt (4), dueño de los récords mundiales de los 100 y 200 metros. Otros cinco atletas recibieron un voto cada uno.    Woods, que no ha sido visto desde el accidente y sólo ha publicado tres comunicados en su página de internet, no estuvo disponible para comentar sobre el galardón.     Pocos otros atletas han cambiado su deporte de la forma que lo hizo Woods. Su influencia ha sido tan poderosa que las audiencias de televisión aumentaron cada vez que jugó, y mucho más cuando iba en la delantera. Los premios económicos se cuadriplicaron desde que comenzó a jugar en la PGA.

   Pero una nueva imagen surgió rápidamente como epílogo al accidente de madrugada, cuando chocó su camioneta deportiva contra un árbol. Se convirtió en blanco de chistes en programas de televisión, y finalmente confesó sus infidelidades. 

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Escándalo

Además, perdió a uno de sus principales patrocinadores, Accenture, mientras otros evalúan sus vínculos comerciales con el golfista.   Aún así, los miembros de la AP en Estados Unidos decidieron que su obra en el campo de golf fue impecable.     «A pesar del tsunami de publicidad negativa que posiblemente afectará su imagen”.